Si en este punto alguien te propone conducir hasta el otro lado del punto en el que estás sin parar, ni siquiera en una gasolinera, ¿cómo lo verías? Seguramente, al principio pueda parecerte una buena idea, pero la realidad es que si lo piensas puede ser una auténtica locura. Entonces… ¿Por qué nos obcecamos en trabajar y pensar constantemente sin descanso? Parece que no impera la necesidad de respirar, descansar, recargar y desconectar, pese a que exista. Pero llegados a este punto tenemos que pararnos a pensar que, si los automóviles necesitan repostar, nosotros, los humanos también necesitamos tomarnos ese parón.
A veces somos conscientes porque nuestra cabeza no los avisa y nuestro cuerpo nos lo grita, pero cada vez es algo más inalcanzable. Hoy lunes 15 de agosto, con motivo de la celebración del Día de la Relajación, desde Cadena Dial queremos hacer un recordatorio de lo importante que es cuidarnos mentalmente para poder pensar, trabajar, funcionar y hasta cuidar de los nuestros. Pero antes vamos a entender cuáles son los motivos que nos dificultan alcanzar ese estado de paz y serenidad.
Relajarse ha convertido en un deseo imposible conseguir para gran parte de la población en el mundo desarrollado y es que, tristemente, tiene difícil solución, ya que los seres humanos cada vez presentamos mayores dificultades para liberarnos del estrés cotidiano. Un fenómeno que surge como respuesta a la lucha que mantenemos día tras día con la vida.
¡Cuidado! Eso no quiere decir que el hecho de vivir un momento puntual de estrés sea lo mismo que vivir constantemente alterado y sofocado. Lo primero es normal y propio de algo momentáneo, pero lo segundo comienza a ser tóxico y lo increíble es que es generado por nosotros mismos. Y sí, se ha llegado a convertir hasta en un hábito y ahora no podemos vivir de otro modo porque ya estamos muy mimetizados.
Muchos expertos en salud llevan años alertando, incluso desde antes de la pandemia, que el estrés se convertiría en una de las enfermedades más graves y extendidas de la población a finales de este siglo. Nos tememos, que no estaban equivocados.
El ritmo frenético nos ciega, pero por eso es importante buscar un ratito en el día donde poder parar a respirar, a mirar lo que tenemos alrededor, a sentir el momento presente.
Con motivo de la celebración del Día de la Relajación queremos ofrecerte algunos consejos prácticos para que puedas relajarte, aunque sean solo 5 o 10 minutos al día. ¡Tu mente y tu cuerpo lo agradecerán!