Este tipo de manicura tiene cuatro siglos de antigüedad, se hizo muy popular entre las aristócratas japonesas y poco a poco fue adoptada por mujeres de todas las clases sociales. Con ella conseguirás reparar y endurecer tus uñas y que vuelvan a tener un aspecto sano y bonito, además de un brillo natural precioso. El secreto está en trabajar las uñas hidratándolas al máximo para que queden especialmente nutridas, sin usar ningún agente químico.
Para ello, en lugar del esmalte de siempre, este tipo de manicura utiliza una pasta especial a base de nutrientes y vitaminas que nutren a fondo tus uñas. Una pasta que suele llevar ingredientes muy nutritivos como cera de abejas y aceites naturales como el de jojoba o el de bambú. También puede llevar algas marinas, parafina, glicerina o siliconas de origen natural.
Lo primero es dejar tus uñas complemente limpias, quitando bien todos los restos de esmalte que tengas, limarlas y limpiar cutículas. Hasta aquí el proceso de una manicura normal y corriente, dejar la uña preparada.
A continuación se aplica la pasta con vitaminas y nutrientes, se pule con una lima especial. Este proceso se vuelve a aplicar dos veces más para terminar con un masaje con aceites esenciales para estimular la circulación. Tus uñas estarán preciosas y lo que es más importante, sanas. Solo te quedará aplicarte una crema hidratante al terminar.
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