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Cultiva tomates en casa así de fácil

Solo necesitas abundante agua y luz solar

Ana Más

El tomate tiene muchas propiedades, entre ellas su poder antioxidante que lo convierte en excelente para frenar el envejecimiento celular. Aunque su apariencia sea más de verdura que de fruta pertenece al grupo de estas últimas. Tiene muy pocas calorías, un 95 por ciento de agua y gran cantidad de vitaminas antioxidantes, C E y A. Doscientos gramos de tomate nos aportan el ochenta por ciento de la cantidad de vitamina C que debemos tomar al día. Hoy te contamos como cultivar tomates en casa en maceta y de manera fácil.

Comer tomates hará que tengamos mejor la piel, los huesos y el tránsito intestinal. Es diurético por sus bajos niveles de sodio y favorece la eliminación de líquidos. Además, su contenido en licopeno hace que tenga ese color rojo tan característico que acumula sus efectos antioxidantes.

Y además de todo esto se pueden cultivar en casa de manera sencilla y económica. Bastará con tener una maceta, buena luz y abundante agua. Te contamos cómo hacerlo.

Cultiva tomates en casa así de fácil

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Lo primero que debemos saber es que hay tomates determinados e indeterminados. Los primeros tienen más aspecto de arbusto y no necesitan poda. Son perfectos si no tienes mucho espacio porque su tamaño es reducido: hablamos de los tomates cherry. A los tomates tradicionales se les conoce también como tomates indeterminados, su tamaño es como el de una pelota de tenis y necesitan más espacio y cuidados.

La maceta en la que vayas a cultivarlos tiene que tener como mínimo 30 cm de diámetro y 45 cm de profundidad, aunque cuanto más grande sea mejor. Eso sí, procura que no sea de un material muy pesado, si no te costará mucho moverla.

Es imprescindible que la maceta tenga agujeros en el fondo para facilitar el drenaje del agua, si no la planta tendrá mucha agua y se pudrirá. Al principio debes sembrar todas las semillas (que puedes comprar o extraer de otro tomate) en la misma maceta y cuando germinen trasplantarlas a diferentes tiestos.

La época para plantarlos es a principios de primavera, ya que no aguantan bien las temperaturas inferiores a esta en su etapa de crecimiento. Para sembrarlas primero rellena la maceta con tierra de cultivo dejando unos 5 centímetros libres. Después allana la tierra con la mano y esparce las semillas dejando una pequeña distancia entre ellas. A continuación presiona las semillas hundiéndolas de forma parcial y añade los cinco centímetros de tierra que has dejado presionando bien la tierra.

Riega con abundante agua y coloca un film transparente para retener la humedad. Ponla en un lugar cálido donde reciba la luz del sol y procura que esté bien regada siempre, aunque no encharcada.

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