Pudor ninguno. Si no hubiera sido porque Jorge Javier le paró los pies, María Patiño nos hubiera mostrado su recién remodelado trasero.
La presentadora de tv se ha aficionado a eso de entrar en el quirófano para combatir los efectos del paso del tiempo. Y así, después de retocarse la cara entera, llegaba el momento de dar volumen y contrarrestar la fuerza de la gravedad de sus partes pudendas.
Ni corta ni perecosa, y aún dolorida, muestra el resultado de su último retoque estético en los glúteos.
Un día más, la presentadora acudía a si cita en Sálvame como contertulia. Y como en ese programa de Telecinco nadie tiene secretos, pues el suyo quedó al descubierto.
Lo ciertos es que fue tras la dramatización de una escena a caballo de Pasión de Gavilanes junto a Kiko Hernández cuando María confesó que no era un buen momento para cabalgar: «Me he hecho el culo. Lo tengo morado», desveló.
Y después de la revelación cuando sus compañeros estaban aún asimilando la información, decidió bajarse sus vaqueros y mostrar frente a la cámara los moretones que los retoques le habían ocasionado.
Raudo y veloz, Jorge Javier solicitó decoro y la pidió que subiera los pantalones mientras que una curiosa Lydia Lozano mostraba su avidez por saber exactamente que se había hecho en el trasero.
El cambio de María Patiño es más que evidente. En los últimos años ha pasado en varias ocasiones por el quirófano y lo cierto es que no lo esconde ni se niega a hablar de ello. Ha reconocido que se ha operado del pecho, se ha hecho una rinoplastia, una abdominoplastia, un lifting cervical y de rodillas, y por supuesto, es habitual que se someta a tratamientos de vitaminas y ácido hialurónico en su rostro y labios.
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