Increíble pero cierto. El Ministerio de Sanidad alerta sobre el peligro de exprimir con la boca los jugos de las cabezas de gambas o langostinos porque contienen cadmio, una sustancia tóxica que acumulada en el organismo puede provocar disfunciones renales e, incluso, cáncer.
Vuelven los días de colas, ruido, excesos… pero siempre con la ilusión de hacer felices a los nuestros. Vuelven las comilonas y las mesas repletas de viandas que raramente comemos a lo largo del año.
Una ilusión que no debe verse amenazada de ningún modo. Por esa razón es indispensable leer el informe publicado por el Ministerio de Sanidad donde alerta sobre los riesgos del consumo de marisco.
En el mismo se nos habla del cadmio, un metal pasado que se encuentra en las cabezas de los crustáceos y que tiene una relación directa con la aparición de cáncer.
¿De dónde proviene este elemento? De las actividades mineras. La Tierra absorbe este material, que acaba siendo alimento de los animales y en consecuencia, de nosotros.
¿Es verdad que la cabeza de los crustáceos 🦐 es la parte con más colesterol y cadmio (un metal pesado)?
Sí. Y es mejor no chuparlas. Pero vamos a matizar, que esto no es blanco o negro.
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— Beatriz Robles 🏳️🌈💜 (@beatrizcalidad) December 14, 2022
Más adelante tiende a acumularse en nuestro hígado y riñones, para después provocar desmineralización de los huesos y disfunción renal, antesalas de posibles procesos cancerígenos. Es algo similar a lo que sucede con el mercurio en muchos pescados azules y cuyo consumo también está regulado.
Los grupos poblacionales con mayor riesgo son los menores, las mujeres embarazadas y personas con patologías importantes.
¿Cómo evitarlo? Muy sencillo: comiendo solo la carne blanca abdominal que tanto nos gusta de estos manjares. Según el Ministerio, las cantidades de cadmio en esta zona de los crustáceos es muy baja y no es peligrosa para los riesgos ya mencionados anteriormente.
Pero… ¿qué otros alimentos de nuestro día a día contienen cadmio? Desde el Ministerio apuntan a que hay que tener precaución con la ingesta excesiva de productos de origen vegetal, como algas, cacao, setas silvestres y semillas oleaginosas (maíz, soja, girasol, etc).
¿Ya tienes todo apuntado? ¡Pues ya sabes… disfruta del marisco pero deja las cabezas para el cubo de basura orgánico!
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