Las algas se ha convertido en una de las tendencias de la gastronomía. Ya no solo se ven el restaurantes asiáticos, sino que su consumo se ha incrementado en los últimos años debido a su alto valor nutricional y apenas calorías, pero contiene elementos como el cadmio, un es un estorbo para los nutrientes de esta planta comestible.
Además, son ricas en proteínas, fibra, vitaminas y minerales esenciales para que nuestro organismo funcione correctamente, como son el hierro y el calcio.
Sin embargo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte de que algunos componentes de estas pueden llegar a provocar graves problemas de salud. Uno de estos elementos es el cadmio.
Nicolás Olea, catedrático de Medicina, advertía en una entrevista para El País del efecto de las sustancias químicas en la salud: «Muchos cosméticos y perfumes llevan disruptores endocrinos, así que habría que evitar todos los que los lleven: hay que buscarlos sin dimeticona, canfeno y fenoxietanol. Este último se encuentra también en el gel hidroalcólico para las manos. También hay que alejarse de aquellos que lleven benzofenonas, parabenos y filtros ultravioletas. En alimentación, mejor no comer atún, mero y otros pescados grandes que tienen mucho mercurio, y también las cabezas de las gambas, que llevan cadmio. Si puedes, come de cercanía, de temporada, no procesado y ecológico: con eso evitas el procesado y, muchas veces, el envasado, que también suele aportar disruptores endocrinos. Hay que cuidarse de las exposiciones cosméticas y alimentarias porque llegan a la leche materna en 12 horas.»
Riesgos de ingerir el cadmio
Según explican las autoridades, el cadmio es un metal pesado que genera ‘náuseas, acumularse en el riñón y provocar fragilidad ósea’ si se consume en cantidades excesivas.
Asimismo, ha sido clasificado como alimento cancerígeno por la Agencia de Investigación contra el Cáncer por considerarse ‘mutagénico y tóxico a nivel reproductivo’.
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La normativa europea fija unos niveles máximos de cadmio en ciertos alimentos como es el pescado, la carne, los cereales o las legumbres.
La OCU advierte que ‘en el caso de las algas, aún no existe un máximo legal, aunque la Unión Europea ya está considerando establecer límites legales para metales como cadmio, arsénico y plomo’.
Por lo tanto, es importante vigilar su consumo debido al alto contenido en cadmio de este alimento.
