Nerea Goyenechea y Montse Rufas, responsables de I+D+i y de formación de Massada, explican en Vanitatis que en el caso de las limpiadoras: “la leche limpiadora, una vez extendida con las manos, conviene hacer un movimiento de arrastre con el disco de algodón, así se elimina la suciedad.”
Y en cuanto al serum explican, “ la clave es que no queden restos de producto sin absorber en el rostro, masajear suavemente y dar toquecitos en aquellas zonas con más necesidad para estimular, por ejemplo donde notamos más arruguitas.”
Además de aplicarlos correctamente, el orden en el que se aplican también es importante. Paz Torralba, directora de The Beauty Concept, en declaraciones a la revista Vanity Fair da las claves para aplicarnos correctamente nuestros productos cosméticos:
“Lo más importante es no tener prisa y dedicar el tiempo necesario para que la piel absorba todos los principios activos y así los resultados sean mejores y más efectivos. Entre uno y otro cosmético se debe esperar el tiempo que el producto tarde en penetrar en el piel para que ésta se pueda beneficiar de todos sus ingredientes activos”.
Pero sigamos con cómo aplicar bien los productos de belleza, vamos ahora con el contorno de ojos. Se trata de una zona muy sensible y por eso debemos coger la cantidad justa y extenderla con suaves toquecitos con las yemas de los dedos.
Ahora es el turno de la hidratante, en declaraciones a la Revista Telva, Marta Barrero, farmacéutica, experta en dermocosmética y codirectora de The Secret Lab, explica que “se tiene que aplicar realizando diferentes movimientos ascendentes para que el tejido cutáneo recupere la posición que tenía en su origen.”
Dar «pequeños pellizquitos por toda la superficie del rostro, cuello y escote», nos asegurará que los activos de nuestros productos penetren bien en la piel.
El último paso de nuestra rutina debe ser aplicar el protector solar. Según la Sociedad Española de Oncología Médica, el sol es el principal causante de melanoma, el tipo de tumor cutáneo más peligroso y responsable del 80% de las muertes asociadas a un tumor maligno de la piel.
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