Hay algunas rutinas de belleza coreanas e incluso productos como el bálsamo antiedad en stick, que se puede aplicar tantas veces como queramos para luchar contra las arrugas, que ya han llegado al mundo occidental.
Hoy hablamos del hanbang, una nueva rutina de belleza tomada de la medicina tradicional coreana. Se trata de una práctica cuyo primer paso es algo tan sencillo como tomarnos el pulso y ver cómo se encuentra nuestro organismo según la temperatura que nuestro cuerpo desprenda en ese momento.
Y es que tal y como explicaba Sunny Cho, co-fundadora de Koss Cosmetics, en el evento K-Beauty celebrado en el Centro Cultural Coreano de Madrid el pasado mes de Julio, «todo lo que ocurre en el interior es un reflejo del interior, se puede ser ver en la piel«.
El término Hanbang es un concepto de la medicina tradicional coreana que hace uso de ingredientes naturales y remedios a base de hierbas muy utilizados por los antepasados coreanos a fin de tratar enfermedades. Esto, llevado a la cosmética, es básicamente utilizar las plantas para cuidar la salud de la piel.
Es una disciplina que se sustenta en los ingredientes que ahora llamaríamos superingredientes y la forma en la que se han desarrollado en el mundo de la belleza con técnicas como el infusionado, el maderado, la fermentación o la cocción lenta.
Los cosméticos hanbang más conocidos son las esencias, sérums, tónicos y lociones, que se aplican, eso sí, como si se tratara de una infusión para la piel. En este tipo de cosmética se mide al milímetro la pureza de los ingredientes, cómo se extraen y con qué se mezclan. Por supuesto se evitan los perfumes añadidos respetando el aroma de cada planta.
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