Si ya durante el año nos resulta complicado mantener la rutina en el sueño de nuestros hijos y conseguir que se acuesten a una hora prudente, en su cama y solos, en verano la dificultad de conseguir todo esto es mucho mayor, ya que llevamos un ritmo mucho más tranquilo y relajado e incluso nosotros mismos somos algo menos exigentes en este sentido. Pero es importante llevar un cierto control sobre el sueño de los pequeños incluso en vacaciones. Es decir, mantener una rutina de sueño en los niños también en verano.
Tal y como explica la psicóloga Raquel Velasco del Castillo en la Revista Telva sobre la importancia de dormir bien incluso en verano: «Mantener una rutina equilibrada del sueño en los niños es fundamental para su buen desarrollo. La falta de descanso puede provocar alteraciones emocionales y psicológicas, las más habituales suelen ser: dificultad para concentrarse, falta de energía para las actividades diarias, frecuentes explosiones de ira e incluso estados de ansiedad y de tristeza en casos graves.»
Por todo ello es muy importante mantener unos horarios más o menos fijos en verano que garanticen el descanso adecuado en los peques, que según la OMS debe ser:
En el mismo medio, Sonia Montilla, de la Unidad del Sueño del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, da una serie de pautas para conseguirlo, te las contamos.
La primera de ellas es mantener durante el día mucha actividad física, bien sea a través del juego o de los paseos. Esto hará que a la hora de irse a la cama estén más cansados y concilien el sueño mejor. Lo ideal, explica la experta, es «que no permanezcan más de una hora realizando actividades sedentarias«. Aunque, eso sí, al menos una hora antes de irse a la cama deben estar relajados y tranquilos.
Otra de las claves es irse a la cama a dormir, no a jugar o a ver la tele y mucho menos irse a la cama con el móvil o la tablet. Lo mejor es sustituirlas por un libro. Debemos además bajar las persianas antes de dormir, ya que los días son mucho más largos y la luz puede hacer que no quieran irse a la cama. Es importante además mantener la temperatura entre 20 y 22 grados ya que el calor puede hacer que se despierten.
Además tenemos que explicarles que en verano también hay rutinas de sueño y no debemos variarlas más de dos horas con respecto a las de invierno. Es decir, si se suelen acostar a las ocho en invierno, en verano no deben hacerlo más tarde de las diez.
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