Una de las tareas casi imposibles para una madre o un padre es que sus hijos coman de la manera adecuada. Este momento se vuelven una batalla constante y hace que te entre un dolor de cabeza cada vez que llega la hora de la comida.
Debemos intentar que los hijos prueben nuevos alimentos y ofrecerles variedad para que no escojan siempre los mismos. Llevar una dieta equilibrada no solo les hará crecer sanos y fuertes, sino que hará que se apasionen por la comida y por la infinidad de sabores, colores y texturas que puede ofrecernos.
Compartimos estos consejos, con los que asegurarás que tus pequeños sigan el camino hacia comer bien, que muchas veces parece imposible alcanzar.
Establecer un lugar determinado para que se termine por adquirir una rutina. De esta manera, se mejora el acercamiento con los alimentos y habrá predisposición a probar nuevas comidas. Además, establecer un horario específico para hacerlo le dará confianza y seguridad.
Haz partícipe a tu hijo a la hora de preparar un menú con las comidas que tienes en mente antes de iniciar la semana. Puedes incluir opciones variadas y todo tipo de productos y preparaciones. Al hacerle formar parte del plan, seguro que está deseando que llegue el día en el que hay escrito algo que le ha llamado la atención.
También puedes leer:
¿Se te cae el pelo? Añade estos alimentos a tu dieta
5 errores que cometes y pasan factura a la autoestima de tus hijos
Mejora la nutrición de tus hijos con estos 7 consejos
10 frases que dices a tus hijos y que son tóxicas para ellos
El ambiente y la preparación tienen que ser divertidos, pues el mejor método para que tus hijos aprendan a comer mejor es mediante la diversión. Puedes crear juegos entorno a los alimentos o mezclar colores llamativos para que aumente su curiosidad y exploración.
El hábito de comer es aprendido y los padres son el mejor ejemplo para que los hijos lo adquieran. Si tu hijo no te ve comiendo todo tipo de alimentos, lo más probable es que no se sienta motivo a hacerlo él. Ofrécele cualquier sustento, aunque no sea de tu agrado.
«Una cucharada más», «si no te la acabas no hay postre» son algunas de las frases que inconscientemente hemos dicho alguna vez a nuestros hijos. Por lo estresante que puede llegar a ser que el pequeño no coma utilizamos este tipo de sobornos o castigos, pero que generan conductas de riesgo en ellos. Con esto hará que coman para que no se les regañe o porque se sienten amenazados y estresados. Cambiemos de método y seamos acompañantes y no vigilantes. Puedes darle herramientas para que respeten sus señales de hambre y saciedad y que ellos poco a poco adquieran el control de cuando se sienten satisfechos tras la comida.
MÁS SOBRE:
© Sociedad Española de Radio Difusión, S.L.U.
© Sociedad Española de Radiodifusión realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin de conformidad con el artículo 67.3 del Real Decreto-ley 24/2021, de 2 de noviembre.