Ante la ola de calor que estamos viviendo, son muchos los niños que se lanzan a la piscina o al mar para chapotear y poder así, protegerse de las altas temperaturas. Ante esta actividad, es importante controlar la otitis o «oído del nadador» en los niños puesto que es uno de los motivos de consulta médica más solicitados en verano.
Datos de la Asociación de Pediatría Española (APE), revelan que cinco de cada seis niños tienen por lo menos una infección del oído antes de cumplir los tres años de edad. Prevenir la otitis es esencial para reducir ese elevado porcentaje de afectados.
La otitis es un problema de salud que puede llegar a ser grave y que, además, provoca mucho dolor y molestias a quien la sufre.
La otitis es la inflamación del oído producida por una infección. Existen distintos tipos de otitis que se suelen clasificar en tres según la zona del oído afectada: externa, media e interna. En la infancia las más frecuentes son la otitis media y la externa. Esta se caracteriza por un dolor intenso que, en algunas ocasiones, puede ir acompañado de fiebre, por esta razón es tan importante saber cómo prevenir la otitis en niños.
La otitis externa a menudo se conoce también como la otitis del nadador porque uno de sus causantes es pasar mucho tiempo en el agua. Se da especialmente en verano y la otitis externa en niños es una de las que más les afecta, ya que son uno de los grupos de riesgo de la enfermedad. Saber qué es la otitis y cómo prevenir la otitis infantil es esencial para tomar medidas y evitar sufrir este problema de salud.
La otitis media se da especialmente en niños menores de tres años. A menudo está asociada a otras enfermedades como la rinitis o la bronquitis.
Los niños y los bebés son los más vulnerables a padecerla, especialmente producida por el agua de la piscina. Esto se debe a que, en estas edades, el conducto auditivo externo es más pequeño y es fácil que se quede el agua dentro de él, facilitando el crecimiento de gérmenes, especialmente hongos y bacterias. Por ello tomar medidas para prevenir la otitis en los más pequeños es algo que debes hacer a lo largo de todo el año, además de seguir algunos consejos para cuidar tus oídos y los de los niños.
Los síntomas de otitis en la infancia difieren según el grado de gravedad de la infección. La detección temprana evita los síntomas más molestos y facilita la cura eliminación más rápida de la infección de oídos.
En los casos más agudos, aparece un dolor fuerte de oídos. Este suele ir acompañado de fiebre. Ambos provocan una gran irritabilidad, como es lógico, en los pequeños que la sufren. Esto es especialmente clamoroso en los bebés, que no saben comunicar lo que sienten y que puede hacer que su cuidador no perciba qué está ocurriendo hasta un estadio más extendido de la misma.
Por ello, ante señales de irritabilidad y llanto incontrolado en bebés a menudo acompañado de fiebre deben hacer sospechar que el pequeño padece de otitis.
Si no se toman medidas para atajar la infección, los síntomas de la otitis se agravan. Se puede llegar a presentar supuración y vértigo. Solo en casos excepcionales la otitis provoca parálisis facial. Para evitar llegar a este punto, saber cómo prevenir la otitis en niños es esencial.
En los niños de más edad, el dolor de oídos o la aparición de molestias en la zona y fiebre deben ser suficientes para sospechar de la enfermedad. El hecho de que estos puedan comunicar cómo se sienten permitir acudir al médico y evitar que el problema se agrave. Pero ello, no implica que la mejor manera de evitar problemas sea seguir los consejos de los expertos para prevenir la enfermedad.
Con el fin de evitar esta infección infantil tan habitual, Joan Francesc Horvath, responsable de Audiología en Óptica & Audilogía Universitaria, recomienda unas pautas de actuación.
1. Utiliza tapones de baño a medida
Tanto en la playa como en la piscina, sea exterior o una piscina climatizada. Se adaptan a la forma del oído independientemente del tamaño de este. Estos tapones de colores te ayudarán a prevenir la otitis infantil.
2. No pasar mucho rato sumergido en el agua
En verano muchos niños participan en cursos de natación o practican deportes acuáticos. Esto es positivo, pero conviene que lo hagan con los ya mencionados tapones de baño a medida.
3. Extraer el agua de los oídos
Para hacerlo con efectividad se debe inclinar la cabeza del niño para que caiga el agua, dando ligeros golpes o utilizando soluciones de alcohol isopropílico especiales que sequen y limpien la zona de cualquier cuerpo extraño.
4. Secar bien los oídos después del baño
Para ello, con mucho cuidado y sin apretar, utilizar la esquina de una toalla o una gasa seca. Asimismo, nunca se debe hacer uso de bastoncillos.
En el caso de que la otitis se complique, es importante acudir a un pediatra para que estudie el caso y proponga el tratamiento más adecuado.
5.- Evitar bucear en exceso
A los pequeños les encanta saltar al agua y pasar horas buceando, pero esto puede ser perjudicial para los oídos pues existe serio peligro de rotura del tímpano por imposibilidad de compensación.
6.- Utilizar gorro que tape las orejas.
Con el fin de evitar la entrada de agua en el oído, es recomendable que el niño o la niña use un gorro de natación que se adapte al diámetro de su cabeza combinado con la utilización de tapones de baño a medida.
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