La primera de ellas tiene que ver con los planes de pensiones, una aportación que según explican «puede ser interesante para quien obtiene rentas que provienen del trabajo, pero también de actividades profesionales o empresariales y de alquileres de inmuebles (siempre que además tengan rentas de los dos tipos anteriores) por las que tributan en el IRPF.»
Aunque desde la organización de consumidores advierten que la cantidad máxima que se podrá descontar de la base imponible en la próxima declaración de la renta es la menor de las siguientes:
Si estamos pensando en vender nuestra casa, mejor esperar a tener 65 años, y es que las ganancias por la transmisión de la vivienda habitual (en la que se reside durante tres años continuados) cuando se tienen 65 años o más, están exentas de tributación del IRPF.
Algo que puede ahorrarnos algún que otro euro también es aprovecharnos de las deducciones autonómicas, que nos permiten desgravar gastos como la guardería de los hijos, gastos educativos, abono transporte público, ayuda doméstica, la instalación de dispositivos de ahorro de agua o energía, el alquiler, entre otros.
Ser solidario también nos va a aportar beneficios en este sentido y es que los donativos a ONG, fundaciones y entidades sin ánimo de lucro deducen un 80% sobre los primeros 150 euros, y un 35% sobre lo que exceda de esa cantidad.
Si estamos pagando hipoteca, la OCU señala la amortización de la misma como otra forma de rebajar la factura fiscal: «Quienes compraron su vivienda habitual de forma financiada antes del 1 de enero de 2013 podrán aplicar una deducción del 15% sobre lo que hayan pagado en 2022 por el préstamo, hasta un máximo de 9.040 euros anuales por declaración», es decir, lo que interesa es » amortizar anticipadamente una cantidad que llegue hasta ese límite para así aprovechar íntegramente la deducción.»
Además de las nuevas deducciones del IRPF por obras de mejora de eficiencia energética de la vivienda, algo que nos permitirá deducir un 20%, 40% o 60% sobre una base máxima de 5.000 o 7.500 euros dependiendo del tipo de obra. Para ello deberemos tener un certificado de eficiencia energética previo a las obras y otro posterior con fecha máxima del 31 de diciembre de 2022.
Los problemas de salud graves o crónicos o tener descendientes o ascendientes a cargo, también puede suponernos una deducción fiscal. Para solicitarlas es conveniente pedir el certificado de discapacidad antes de fin de año.
El IBI también tiene alguna bonificación que se ha de solicitar en el ayuntamiento antes de que termine el año, en Madrid por ejemplo hay bonificaciones para familias numerosas que pueden llegar hasta el 90%.
Además hay salario en especie exento de pagar IRPF, retribuciones como los seguros sanitarios para el trabajador, su cónyuge y sus hijos, vales de comida, cheques de transporte y guardería.