¿Ha entrado alguien nuevo a la oficina que te atre y no sabes cómo entablar una conversación con ella? ¿Te gustaría saber cómo conseguir llamar su atención? Acabas de llegar a un loc<l y te has fijado en alguien, pero ¿no sabes cómo ligar con esa persona? Bien, a priori puede resultar muy sencillo, pero realmente romper el hielo es mucho más difícil lo que crees.
Nohay una regla escrita sobre lo que funciona y lo que no porque cada persona es un mundo, pero sí es interesante tener en cuenta que a veces muchas técnicas para ligar pueden resultar demasiado intrusivas y conseguir el efecto contrario que deseas. Puedes utilizar frases para ligar graciosas, alguna referencia al lugar en el que estáis, algún contacto en común que os haya presentado…
Si te cuesta arrancarte, pero no sabes cómo romper el hielo, aquí te dejamos algunos consejos sobre cómo ligar con alguien que no conoces, que te ayudarán a entablar una conversación natural con esa persona que te ha despertado todos los sentidos nada más verla.
Muchas personas suelen ser muy conscientes del mundo que les rodea. Precisamente por eso sonreír y mirar esa persona (sin intimidarla) suele ser una buena forma de empezar a «filtrear». Esto forma parte del “coqueteo” y resulta de lo más divertido. Una sonrisa puede llegar a comunicar mucho, sobre todo, si la acompañas de un contacto visual. Si es mutuo, la persona te seguirá el juego, te mirará de vez en cuando…. Por lo que el primer paso siempre será “tantear” y después, con mucha delicadeza lanzar alguna indirecta con la sonrisa, la mirada, la postura corporal… todo para que veas que tienes interés.
Este probablemente sea el motivo que mayor ansiedad produce porque resulta muy difícil romper el hielo. Puedes hacerlo con alguna frase, alguna referencia al lugar en el que os encontráis o a la bebida que ambos tomáis…. Tras esta primera prueba de fuego, llega el momento de mantener esa atención. ¿Cómo? Preguntando sobre aspectos de su vida sin dar pie a que la respuesta sea siempre un monosílabo. Otro detalle importante también es que no hagas comentarios sobre su aspecto físico ni tampoco cosas que podrían comprometer a la otra persona.
Una técnica que podría ayudarte a entrar en jaleos sería hacer preguntas que ayuden a la otra persona a pensar, pero sin resultar intrusivos. Experiencias que le gustaría vivir, algún recuerdo que le haga feliz, cuál sería su comida o su canción favorita…
En la conversación surgirán confesiones de todo tipo, en el que por cada tipo de respuesta se puede deducir si sois o no compatibles. Eso no quiere decir que te tengas que centrar en buscar en la conversación aquellos puntos que tenéis en común, más bien todo lo contrario. Lo ideal sería que no te centrases en encontrarlos a toda costa. Recuerda que no siempre vas a coincidir en todo. Céntrate en ser tú y en hacer y decir las cosas que te salgan del corazón.
Uno de los motivos de peso por los que te replanteas tener un posible segundo encuentro es porque cuando habéis charlado, te has dado cuenta de que esa persona escucha cómo te gustaría y/o que te deja hablar. Un detalle que para muchos resulta insignificante pero que cobra importancia cuando lo que buscas es conectar, charlar y dejarte fluir con alguien. En el caso de que estos dos parámetros no se cumplan podrían pasar a ser etiquetados como enorme una red flag.
Saca el lado divertido y cercano que tienes, pero no te sobrepases porque algún comentario podría dar lugar a un malentendido. En este caso, opta por hablar de cosas sencillas y banales, no entres en cosas que podrían tensionar el ambiente que tanto te ha costado romper.
Otra forma de romper el hielo y que podría ayudarte a animar la conversación sería preguntar a esa persona su opinión sobre el tema en cuestión que estáis hablando u de cualquier otro. ¡Ojo! Eso no quiere decir que hablar de todo sea lo más acertado, especialmente, en la primera toma de contacto, ya que es posible que consigas espantar a la otra persona. Más bien, se trata de hablar de temas con delicadeza, pero con la libertad de ser tú mismo, sin adornos. Así que, si sabes que hay cosas en las que eres muy crítico/a y te cuesta flexibilizar, entonces deja esa conversación para un segundo encuentro y céntrate en hacer reír y bailar a tu ligue.
A veces, romper la barrera fría del principio puede ser más fácil si te animas a hacer un baile. Eso sí respetando siempre a la otra persona y su espacio vital para que no se siente incómodo o incómoda. Esto os ayudará a romper el hielo del principio y a que el resto de la conversación vaya más fluida.
Si has conocido recientemente a alguien en un local o en algún taller y esa persona está con más gente, una buena forma de romper el hielo y ligar es acercándote a su grupo de amigos y entablar conversaciones con ellos. Esto podría ayudarte a tantear terreno, pero también a acercarte a esa persona que te ha despertado tanta curiosidad.
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