Llega el calor y el cambio de armario está al caer. Si hacemos caso del dicho, hasta el primero de mayo no te quites el sayo, comienza la cuenta atrás para guardar la ropa de abrigo y llenar nuestro armario con ropa ligera, colorida y sin mangas. Pero…. la ropa que retiras hasta el año que viene debe guardarse limpia. Pantalones, camisas, vestidos… es sencillo: un programa de lavado corto y lista para «hibernar» los próximos meses. Los plumíferos o chaquetas acolchadas con plumas son una de las prendas que más usamos en esta época del año por su gran capacidad para abrigar. Es de lo más práctico ya que da calor y aísla del frío, además de ser muy ligera. Sin embargo, si quieres mantenerlos en buen estado de cara al cambio de armario y que se conserven como nuevos debes lavarlos delicadamente y evitar que el relleno se aplaste o deforme. Te contamos cómo lavar tu plumífero correctamente.
No es complicado, se trata simplemente de seguir unos pasos muy concretos. Y es que su interior está hecho de plumas de animal o sintéticas que hacen que nuestro cuerpo quede aislado del exterior, protegiéndonos del frío.
Antes de lavarlo, lo primero que debemos hacer es leer la etiqueta para saber exactamente la temperatura y el tiempo de lavado que necesita. Algo que dependerá del origen y composición del relleno.
Si decides lavarlo a máquina debes seguir ciertos pasos. Lo primero es darle la vuelta y cerrar cremalleras, velcros y adornos. Lávalo solo, no metas más prendas en la lavadora. Programa un ciclo de lavado para ropa delicada con agua fría y un aclarado largo. Añade detergente para ropa delicada para que las plumas no se apelmacen y evita poner suavizante. En cuanto al centrifugado pon uno suaropave para que las plumas se mantengan en su sitio, como máximo a 4000 revoluciones.
Otra opción es lavarlo a mano, esta tarea es algo más delicada. Lo primero que debes hacer es llenar la bañera con agua fría a la que añadirás detergente especial para lavar a mano. Luego frota con movimientos continuos sobre las manchas, enjuaga tu plumas hasta que no suelte jabón y no lo escurras retorciéndolo, comprímelo con presiones suaves hasta que suelte poca agua.
Para secarlo puedes hacerlo en la secadora con un programa lento a baja temperatura, para esparcir mejor las plumas y ayudar a que la prenda recupere su forma inicial, puedes añadir un par de pelotas de tenis en la secadora.
O bien puedes secarlo al aire libre sobre una superficie plana evitando los rayos de sol directos. Muévelo de vez en cuando para que las plumas se distribuyan bien.
Una vez seco guárdalo colgado de una percha en tu armario o doblado por las costuras, sin nada encima para que no pierda su forma.
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