Desde que esa persona fallece hasta que lo aceptas pasa un tiempo de duelo. Un tiempo de adaptación hasta que se consigue aceptar esa pérdida.
En Navidad el dolor aparece con mucha más fuerza, y mucho más cuando es la primera vez que te enfrentas a estas fiestas sin él o ella, sobre todo si no estás preparado aún psicológicamente para ello. Es entonces cuando podemos sentirnos ansiosos o tristes.
En este sentido, la psicóloga María Pinilla habla en yasss.es de la importancia de expresar el dolor y no reprimirlo. Esta recalca que es normal pasarlo mal, además de que no es sano «reprimir el dolor para encajar en el clima ‘pseudofeliz’ de estas fiestas. No eres un adorno del árbol y no estás en la cena para hacer bonito; si sufres, te mereces expresarte y recibir apoyo», explica.
Habla además de la importancia de aceptar y saber que no es lo mismo que olvidar. Se trata de recordar a esa persona con amor y no con una tremenda tristeza: «el objetivo del duelo es seguir adelante, pero nunca vas a olvidar a una persona a la que has querido.»
Además, Pinilla habla de la culpa. Echamos de menos a esa persona pero a la vez deseamos pasar página y ser felices, y eso puede provocarnos culpabilidad. En ese sentido explica: «déjame decirte que no es verdad. Tu familiar, amigo o pareja querría verte feliz y no atrapado en el dolor del duelo».
También habla de la importancia del apoyo en esos momentos en los que necesitamos que nos abracen, escuchen y nos den amor, por eso es importante buscarlo en quién nos lo dé y no forzarnos a pasar el duelo solos.
Es importante además no forzar a esa persona a celebrar las fiestas y a disfrutar si no quiere o no está preparada para ello. Con estar junto a ella, escucharla y tener paciencia será suficiente.