Es cierto que no se encuentra entre los básicos de belleza mainstream como la barra de labios o la máscara de pestañas, pero podemos asegurarte que dar un poco de rubor a tus mejillas puede conseguir levantarte la cara en el peor día de tu vida ya que realza tus pómulos e ilumina tu rostro.
Se trata de uno de los cosméticos más versátiles y necesarios para conseguir efecto buena cara en un momento. Da luz a nuestra piel y define el óvalo facial dándole un aire saludable que hará que tengamos un aspecto más joven y una piel más bonita.
Este año se llevan los tonos naturales que simulan el color natural del rostro. Debes tener en cuenta qué efecto quieres conseguir, marcar volumen, dar un toque de luz…por lo general los tonos rosas proporcionan un look más natural y dulce y son ideales para las pieles pálidas.
Si por el contrario tu piel es más oscura te irá mejor un tono más anaranjado o coral. Además ten en cuenta que es muy importante cómo te lo aplicas y sobre todo no abusar del producto y aplicarlo siempre con la brocha adecuada y en segundo lugar debes tener cuidado de difuminarlo para que se funda con nuestra piel y el resultado sea lo más natural posible.
Debes aplicarlo desde la mitad del pómulo, debajo del hueso, y marcar en dirección a la parte alta de la oreja. Un truco es sonreír y aplicar el producto en las manzanas de tus mejillas. Evita aplicártelo en la nariz, eso déjalo para cuándo quieras maquillarte de manera más sofisticada.
La mejor manera de aplicar el colorete es en líneas rectas, como si estuvieras barriendo el rostro pero muy sutilmente, que la brocha apenas roce tu cara. Así podrás modular la intensidad del color de manera más precisa.
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