Y es que según los expertos, la coliflor tiene un aporte bajo en calorías, proteínas y grasas. Nos aporta una pequeña fuente de carbohidratos, fibra, vitamina C, K, folato y potasio.
Al ser baja en calorías «puede resultar útil en fases de pérdida de grasa, incluso, porque es rica en micronutrientes (vitaminas y minerales) haciendo que sea un alimento con mayor densidad de nutrientes».
Pero si te gusta hacerla hervida simplemente puedes encontrarte con que la casa se te llene de un no muy agradable olor, para que sea más apetecible, es fundamental aprender a cocerla bien para que quede de un apetecible color y para que no desprenda mal olor.
Los isocianatos son los responsables de este desagradable olor que desprende la coliflor al cocerla, una sustancia azufrada presente en la composición de la coliflor.
Un problema que puedes solucionar añadiendo un poco de leche cuando la estés hirviendo, así neutralizarás los componentes azufrados que hacen que huela y si además luego vas a preparar una crema, la leche te irá perfecta. Otro truco que también puede servirte es añadir un chorrito de vinagre de manzana o zumo de limón, ya que los ácidos del vinagre o del limón neutralizan los isocianatos, evitando que huela .
Otro truco es añadir una rama de apio o especias como el clavo, el comino o la cúrcuma, aunque debes tener en cuenta que también añadirán sabor a tu coliflor.