Y es que el uso de tenacillas, planchas y secadores puede ser muy nocivo para el cabello. Sin embargo usamos con frecuencia este tipo de instrumentos para secar, alisar, dar volumen o hacernos ondas. Te contamos como evitar que tu pelo salga perjudicado.
Si eres un poco cuidadosa a la hora de utilizar no sólo tu secador sino cualquier producto que utilice calor, tu pelo estará estupendo. Para ello lo primero es cuando salgas de la ducha, envolverte el pelo con una toalla, eso si sin frotar, así evitarás tener que usar demasiado tiempo el secador.
Lo primero es envolver nuestro cabello en una toalla durante al menos cinco minutos. Después es esencial aplicarnos un protector térmico, sobre todo si te lo secas del todo y sueles usar tenacillas y planchas. Usa la cantidad recomendada para que no te quede graso.
Ahora llega el momento de usar el secador, para ello debes evitar las temperaturas demasiado elevadas y procurar no acercar el pelo mucho al foco de calor. Lo ideal es una temperatura media, colocar el secador a unos treinta centímetros de tu pelo y dirigiendo el chorro de aire de arriba abajo para cerrar la cutícula y potenciar el brillo. Procura además mover el secador, no dejarlo en un punto fijo para evitar quemar el pelo.
Por otra parte intenta no utilizar planchas y tenacillás más de tres veces a la semana y hazlo a una temperatura baja sobre todo en cabellos finos, teñidos o dañados.
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