César Carballo se ha convertido en un rostro habitual en la televisión desde que comenzó la pandemia. Sus comentarios y visión sobre el Covid han ocupado numeroso titulares. El carácter firme del sanitario provoca amor y odio a partes iguales y de ahí, las polémicas que han ido rodeando su figura más pública.
Carballo cuenta con una sección en ‘Cuarto Milenio’ llamada ‘Urgencia, entre la vida y la muerte’. En este tramo del programa, el doctor Carballo relata algunas de los episodios más límite que ha tenido en el hospital tras 18 años de carrera.
César entraba en el programa con un suceso que nos puso los pelos de punta. Una noche, Carballo recibía a un paciente de 18 años que experimentaba brotes psicóticos con frecuencia. Sin embargo y a pesar de su enfermedad, el sanitario jamás esperó lo que estaba a punto de ocurrir frente a sus ojos: “Parecía una persona normal dentro de su patología, pero la auxiliar de enfermería recogió su bolsa y se dio cuenta de que dentro había algo pesado, era un hacha».
Rápidamente, el médico y su compañera se dieron cuenta de que el paciente tenía un atroz plan en su cabeza delirante: atentar contra la integridad física de César y el resto del personal sanitario: “Ese hombre había escondido el hacha entre sus cosas y pensaba usarla en el hospital. Aquel paciente escuchaba voces y esa noche yo estoy seguro de que nos salvamos de morir, si no hubiera sido por aquella auxiliar, yo no estaría aquí sentado contigo».
Iker Jiménez miraba atónito a su colaborador y quiso saber más detalles: “¿No dio ningún problema después?” a lo que César Carballo respondía con «No, no. El decía que oía voces y cuando le preguntaron por qué llevaba ese hacha aseguró que ‘porque me lo decían las voces’. Tu imagínate el peligro…».
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