El motivo es que la cantidad de sustancias que estamos liberando de la cebolla a partir del corte variarán si lo hacemos de forma radial o longitudinal.
Y el que lo ha explicado recientemente en su canal de YouTube , ha sido el chef Ethan Cheblowski que explica que cortar la cebolla de una forma u otra cambia su sabor, olor, textura e incluso sus características al cocinarla.
Esto se debe a la estructura interna de la cebolla. Tal y como explica el chef, las diferentes capas de las cebollas están formadas de una serie de células de forma alargada que se extienden de un polo de la cebolla hasta el otro. Por esa razón, cada vez que cortamos una de esas capas estamos rompiendo la unión celular de la misma y provocando la combinación de esta con otras.
¿Sabías que…
100 gramos de cebolla contienen solamente 44 calorías y 1,4 gramos de fibra. Además, este alimento posee azúcar natural, vitaminas A, B6, C y E. Por supuesto, encuentras en ella sodio, potasio, hierro y ácido fólico.
Además, el corte influye directamente en que lloremos o no al cortar la cebolla.
¿Y cuál es la diferencia a nivel de sabor entre cortarla de forma radial o longitudinal? Existen varias que te llevarán a pensártelo dos veces antes de volver a cortarlas al azar.
En cuanto al sabor, si la cortas de forma radial, esto es por la mitad entre la raíz y el tallo, romperás muchas más células que si lo hacemos de forma longitudinal y esto provocará que huela mucho más fuerte, además de quedar menos cremosa al caramelizarla.
Si la cortas longitudinalmente dañarás muchas menos células, no desprenderá un olor tan fuerte y su sabor será mucho más suave. Además, de esta manera se deshará más rápidamente.