La revista se hacía eco en exclusiva del anuncio de divorcio entre la actriz, hija primogénita de Rocío Durcal, y el empresario Luis Guerra, el gran amor de su vida.
Las informaciones aún son confusas, pero todo apunta a un desgaste en la relación que les habría sobrepasado durante los últimos meses.
La pareja llevaría ahora casi dos semanas distanciada permaneciendo fuera del hogar familiar que ambos compartían en la localidad madrileña de Torrelodones junto a Christian, hijo de la actriz.
La ruptura, que parece de mutuo acuerdo, se ha desarrollado en unos términos favorables para ambos, manteniendo una gran relación sostenida por el gran amor que han compartido durante tantos años.
Según fuentes del citado medio, la pareja estaría intentando que su divorcio afecte lo menos posible a sus compromisos profesionales, con los que aún se prestan un apoyo mutuo.
La pareja se enamoraba en el año 2002 y formalizaban su compromiso pasando rápidamente por el altar. Pero no todo han sido alegrías durante estos años.
Carmen Morales se enfrentaba a la dura enfermedad por la que pasó Rocío Durcal, volcándose por completo en cuidar de su madre hasta el punto de romper su relación.
Era el año 2006 cuando Morales se enfrentaba al adiós más duro a sus seres queridos, dando paso a algunas polémicas en torno al reparto de la herencia.
En aquellos momentos, Luis Guerra volvía a la vida de la actriz para brindarle de nuevo su apoyo en los malos momentos. La pareja retomaba así su relación y se casaba finalmente en 2011 en una boda preciosa en Ibiza.
Pero otro duro golpe les esperaba, cuando Morales sufría un aborto después de numerosos intentos por volver a ser madre tras su primer hijo, Christian, fruto de la relación con el televisivo Óscar Lozano.
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