El primero en reaccionar fue Kiko Matamoros, que le echaba en cara que utilizara términos como «faraón» para referirse a él, además de echarle un «rapapolvos» por referirse a ellos como «juguetes rotos».
«Aquí a nadie le han recogido por caridad ni le han reconstruido. Lo digo en nombre de todos los compañeros que hemos formado durante 13 años y pico la plantilla de este programa… No soy ningún juguete roto«, decía Matamoros.
Pero la cosa no quedaba ahí, el colaborador proseguía su duro discurso: «Un juguete roto es alguien, como en tu caso, que de repente se encuentra desubicado profesional, social y económicamente porque lo que se creía que era algo para siempre, resulta que era para un rato… Sabes de lo que hablas porque estás hablando de tu vida. Cuando hables de mi vida habla con más respeto y con más verdad«.
Unas declaraciones que apoyaba Terelu, que además explicaba: «Decir que los que trabajamos en Sálvame lo somos, que nos han cogido y pegado con pegamento para estar aquí es desmerecer el trabajo de compañeros que llevan en la crónica social años«.
Alcayde intentó defenderse diciendo que ella tenía un bagaje que, por ejemplo, Matamoros no tenía, como haberse subido a un escenario y hacer reír al público, pero finalmente terminó pidiendo disculpas a sus compañeros: «Si os habéis sentido ofendidos os pido perdón a todos los que estáis, a los que no estáis y a todos los artistas de España. Quiero decir que esta profesión es muy dura y que hay momentos que estás en tu casa… y de repente suena el teléfono y otra vez estás aquí… Estabais olvidados, lo siento chicos.«
MÁS SOBRE: