Debes pensártelo dos veces antes de hacerlo, la razón es muy sencilla: después de usar el secador esa zona permanece caliente durante algunos minutos, por lo que enrollar el cable podría dañarlo.
Otra de las cosas que puede ocurrir al guardarlo así es que se formen dobleces en el cable que deterioren el material que lo protege el y esto termine perjudicando la corriente eléctrica del aparato, provocando un menor o más bajo rendimiento del secador.
Por estas razones lo mejor es esperar a que nuestro secador se enfríe antes de guardarlo y después enrollar el cable separado del mismo, incluso podemos aprovechar las pequeñas tiras de plástico flexible que suelen venir con los electrodomésticos nuevos, para sujetar el cable aislado del aparato, evitando enrollarlo así sobre si mismo.
Desde el periódico La Vanguardia, explican además que «tampoco es aconsejable colocar así los cables alrededor de otros dispositivos como las planchas del pelo o las tenacillas rizadoras. Ni siquiera lo hagas con la batidora, la tostadora o la sandwichera. Ni de ningún dispositivo en general.»
Por otra parte si cuentas con suficiente espacio, lo mejor es colgar secadores y planchas de pelo en la pared o en una percha en la misma puerta del mueble del baño, aunque lo más práctico es meterlos en cajones separados del resto de productos. Pero eso si, no lo hagas de cualquier forma, puedes incluir un de soporte cilíndrico que lo mantenga protegido y al lado poner otro para cepillos y peines.
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