Estas muestras de cariño en redes, no obstante, pasaron de ser unidireccionales a ser recíprocas en el caso de su hija mayor, Manuela, que con su mayoría de edad se estrenó hace año y medio en redes sociales.
La primogénita del artista ha cogido una gran afición a la red social y con frecuencia se pone a ‘disposición’ de sus ya más de 100 mil seguidores con espacios de preguntas que ella misma se encarga de responder a través de las historias.
En este terreno la joven hace un tiempo mostró el tatuaje que comparte con su padre, una margarita que ambos tienen tatuada en el pulgar de su mano derecha. Un precioso gesto que les une aún más.
«¿Se hicieron el mismo tatuaje tú y tu papá?«, le preguntó un seguidor, algo a lo que esta respondió afirmativamente y adjuntando la prueba, una imagen en la que ambos aparecen con las manos entrelazadas y en la que se puede ver sus tatuajes.
Esta flor es muy significativa para el artista, no hay más que prestar atención a su repertorio para descubrirlo. La margarita dijo no es una de las canciones que conforman uno de los discos más famosos del madrileño, Más.
«Qué extraño es esto del amor, ¿por qué preguntan a una flor?«, reza la canción. Ese deshojar de la margarita no culmina con una historia de amor feliz en la canción, pero seguro sí lo hace con la historia de amor más bonita que Alejandro Sanz ha escrito nunca, la de su hija Manuela.
Ella aún no había nacido cuando se publicó el tema, pero seguro que esa margarita que ambos se han tatuado tiene una ligera conexión con la canción. Quizá con el nacimiento de su hija Sanz se dio cuenta de que hay amores que no necesitan recurrir a esta flor para obtener la respuesta a través del clásico «me quiere, no me quiere». Son recíprocos desde el primer momento.
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