Muchos apellidos surgían por aspectos físicos o características por las que era reconocida una persona, como su profesión. De ahí surgieron sobrenombres como Delgado, Rubio, Herrero, Pastor o Carpintero.
Ahora bien, ¿de dónde vienen apellidos tan comunes como Martínez, Fernández, Gomez, Sánchez o Hernández? Estos corresponden a la tradición de utilizar el sufijo -ez como «hijo de» que surgió en zonas como Navarra, León y Castilla en torno al siglo XIII.
¿Qué significa esto? Pues que si te apellidas Fernández en tu árbol genealógico hubo una vez un Fernando que ha dado nombre a su descendencia durante siglos. Ocurre lo mismo con Rodríguez, que significaría «hijo de Rodrigo», o Sánchez, «hijo de Sancho».
Conforman algunos de los apellidos más comunes en España, pues tras García con casi millón y medio de personas, casi otro millón de personas se apellida Rodríguez, otro González y otro Fernández. También son muy frecuentes apellidos como López, Martínez, Sánchez y Pérez.
Lo que está claro es que no deja de ser curioso el origen de los apellidos que siglos después de su origen siguen acompañándonos y dando nombre y distinción a numerosas generaciones.
Y tú, ¿alguna vez te has puesto a investigar el origen de tus apellidos? Porque esa es otra, en España, a falta de uno, tenemos dos.