Pero hagamos un poco de historia, Corea era hace miles de años una comunidad agrícola en su mayoría, eso hacía que las mujeres coreanas se expusieran muchas horas al sol mientras trabajaban y por eso se comenzaron a desarrollar remedios para reparar esos daños en la piel. A los productos de belleza destinados al cuidado de la piel procedentes de Corea del Sur se denominan K-Beauty o lo que es lo mismo Korean Beauty (belleza coreana).
Actualmente en lo que se refiere a luchar y acabar con las arrugas el cosmético favorito de las coreanas es el bálsamo antiedad en stick, un producto que se aplican varias veces al día en labios, frente, contorno de ojos y cuello para estar radiantes.
Son muchas las marcas que comercializan este tipo de productos, en general los bálsamos en stick estimulan la producción de colágeno, restauran la elasticidad de la piel y atenúan así arrugas y líneas de expresión. Se pueden aplicar encima o debajo del maquillaje.
Otros bálsamos incorporan en su composición ácido hialurónico puro y ceramidas para hidratar en profundidad, incrementar la flexibilidad y tensar y rellenar la piel. Además incorporan aceites hidratantes que nutren, manteca de karité, miel y propóleo, y otros aceites antioxidantes e iluminadores como el argán o la jojoba.
Otros componentes que solemos encontrar en su composición son pantenol y biotina, que refuerzan los tejidos, hidratan y favorecen su densidad, además de bisabolol y centella asiática para descongestionar, reparar y calmar la piel.
En general es un producto que favorece la hidratación, la suavidad, la luminosidad y el relleno de nuestra piel además de corregir arrugas, manchas y flacidez. Sin duda toda una revolución cosmética.
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