Estas últimas semanas la también actriz ha alcanzado tal cifra de seguidores, algo que ha querido celebrar presumiendo de tipazo, eso sí, desterrando el ‘postureo’ y la idealización de los cuerpos. «No soy modelo a seguir«, expresaba esta, por otra parte muy orgullosa y feliz consigo misma y su físico,
A punto de cumplir los 51 años esta compartía una imagen en la que aparecía luciendo un body de lencería que le realzaba la figura. Su rutina de alimentación saludable, de belleza y el ejercicio físico le han permitido mantener su forma y lucir un cuerpo de escándalo.
No obstante, esta rehúye de llamarse ‘influencer’ y confiesa que tras toda esa idealización existe una persona real con complejos, inseguridades y errores. «Me cogió la Covid como a casi tod@s. Tengo arrugas. A veces me veo horrible. Tengo complejos. Me equivoco. Lloro. Y siento miedo«, exponía.
Ania Igleisas tiene claro que no quiere mostrar una vida ideal. «Yo no quiero vender una mentira y potenciar una vida de ‘postureo’, soy de carne y hueso. Y el que quiera seguirme no va a encontrar la piel planchada en mi cara ni tonterías«, añadía en la misma publicación confesando que existen muchas «gilipolleces» en las redes que la echan para atrás.
Bien sabemos que con la edad cada vez es más complicado mantenerse en forma, pero lucir cuerpazo pasados los 50 no es imposible. Ania es un gran ejemplo.
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