Adolescentes de 15 años: características, comportamientos típicos y cómo entenderse con ellos

Mantener una comunicación bidireccional con ellos a veces se convierte en una tarea imposible, pero aquí encontrarás algunos consejos para romper las barreras

Teresa Moreno

La adolescencia es una de las etapas más complicadas probablemente porque es una edad de muchos cambios físicos, emocionales, mentales y sociales. Los niños y niñas de 15 años comienzan a tener otro tipo de inquietudes y empiezan a preocuparse más por el aspecto físico. Además, durante esta etapa los adolescentes comienzan a sentar las bases de su personalidad y a tener opiniones propias, que normalmente suelen discernir de la de los adultos. 

Los niños adolescentes entrar en el inicio de la pubertad, una etapa en la que se preparan para asumir nuevos roles, mayor independencia y responsabilidad y mayor concienciación sobre el entorno que les rodea. Pese a que como madre te cueste aceptar que tu hijo o tu hija haya crecido tanto, la realidad es que tu nuevo rol será más de espectadora porque los adolescentes comienzan a tomar decisiones sobre sus actividades, sus quedadas con amigos y sus gustos sin casi tenerte en cuenta. Pero eso no quiere decir que no sigas siendo una guía que les brinde apoyo y ayude en sus momentos más críticos. 

Los varones de 15 años tendrán ya una voz más grave y más vello púbico, además otros cambios psíquicos de la pubertad, mientras que las chicas ya habrán alcanzado la pubertad total y probablemente y su madurez física: crecimiento de senos, aparición del vello púbico, desajustes hormonales… Lo que tienen en común los adolescentes además de los posibles brotes de acné son las ganas de pasar tiempo fuera de casa con amigos. Lo que implica prestar más atención para ver cómo se comportan, cómo se relacionan y las nuevas personas que aparecen en su vida, ya que la adolescencia es un momento en el que los niños y niñas comienzan a sentir la temida presión de grupo para consumir alcohol, tabaco, drogas y sí, también tener relaciones sexuales.  

Cambios físicos y emocionales de adolescentes de 15 años 

Concretamente, a los niños y las niñas adolescentes experimentan cambios físicos y emocionales que les invitan a interesarse por otras cosas. Algunas de sus características y comportamientos más típicos de los pequeños de 15 años son muy variopintos, pero se interesan por:

  • Su imagen física. Le dan mucha importancia a la ropa y a “seguir las tendencias”. 
  • Sí mismos: pasan por muchas etapas marcadas por crisis existenciales, altas expectativas y falta de confianza.  
  • Proteger su espacio. Es normal que con los padres marquen más distancia y se muestren más herméticos.  
  • Suelen experimentar cambios de humor con frecuencia.  
  • Conocer a gente. Las niñas comienzan a sentir atracción hacia otras personas. 
  • Menos afecto hacia los padres. Suelen mostrar mayor genio o más secos con los progenitores.  
  • Frustración debida la exigencia de los estudios. 
  • Trastornos alimentarios. Durante la adolescencia hay que poner especial atención.  
  • Tienden a sentirse tristes o depresivos, lo que puede influenciar negativamente a su rendimiento escolar e incurrir en el consumo de drogas, la practicas de relaciones íntimas sin protección y otros problemas.  
  • Comienzan a ser más autónomos. 
  • Aprender dinámicas de trabajo más organizadas y definidas. 
  • Muestran mayor preocupación por sus estudios y su futuro. 
  • Tienen mayor capacidad para justificar sus actos y/o decisiones y también para reflexionar. 
  • Comienzan a percibir la línea existente entre lo que es correcto y lo que es incorrecto. 
  • Mundo de «yupi». Pasan muchas horas fantaseando con todo lo que les gustaría tener o conseguir. 
  • Masturbación y la sexualidad. Es posible que hayan empezado a curiosear y estén en plena fase de definición de identidad sexual. 
  • Hacer nuevos retos y cambiar sus rutinas porque es sinónimo de “rebeldía”. 
  • Rechazar las normas. Su actitud “rebelde” les empuja a cuestionar y sublevarse con las normas de casa, del centro educativo…

Madre e hija charlan una en frente de la otra.
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Cómo hablar con hijos adolescentes de 15 años

Entenderse con hijos adolescentes no es una tarea fácil. Por eso, es importante que siempre apliques un poco de psicología positiva, es decir, aquella que te permita fomentar su desarrollo y acercar posturas. Aquí te dejamos algunos consejos sobre cómo hablar con tus hijos adolescentes:  

Mantén una escucha activa observando cualquier comportamiento con detenimiento. Pregúntale cómo se siente y si está triste o deprimido no tengas miedo de averiguar si ha tenido pensamientos suicidas. En este caso, si la respuesta es “»sí” ponte en contacto con profesionales. 

  • Presta atención a su rendimiento escolar y a sus pasatiempos. Anímale siempre a hacer deporte y otras actividades artísticas, como la música, la escritura, el teatro… 
  • Demuéstrale afecto. Trata de pasar tiempo con él, ya que esto ayudará a acercar posturas. 
  • No le sobreprotejas. Ayúdalo a saber tomar buenas decisiones y a solucionar sus problemas.  
  • Explícale las desventajas de las redes sociales e invítale a hacer un uso responsable de las mismas. 
  • Si pasa muchas horas frente a la pantalla trata de explicarle que eso no es bueno. 
  • Hazle ver cómo puede ayudar a una persona que puede estar en apuros. 
  • Incúlcale valores de empatía y respeto para que lo tenga en cuenta a la hora de relacionarse con los demás e incluso, de mantener relaciones sexuales.  
  • Respeta el espacio y la intimidad de tu hijo o hija. 
  • Hazle ver lo importante que es descansar y dormir, lo necesario que es practicar deportes y lo imprescindible que es llevar una dieta sana y equilibrada.  
Un niño escucha atentamente a su madre.
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¿Cómo proteger a tu hijo sin sobrepasar los límites? 

Una de las cosas que más suele inquietar a los padres es la seguridad de sus hijos, independientemente de la edad que tengan. Para que esta “preocupación” no se acaba convirtiendo en algo tóxico te brindamos algunos consejos que podrían ayudarte a proteger a tu pequeño o pequeña: 

  • Hazle ver los peligros de determinadas situaciones: la necesidad de mirar antes de cruzar, avisar cuando llegue a un sitio después de muchos kilómetros, lo importante que es ponerte el casco si coge la bici… 
  • Habla también de suicidio, de bullyng y de trastornos alimenticios. Presta atención a sus comportamientos y crea un canal de comunicación seguro para que puedas contarte cómo te siente. 
  • Alerta a tu hijo o hija sobre el peligro de consumir drogas, alcohol y tabaco. ¿Cómo? Explicándole los límites y lo que puede generarle, así como enterándote por lo que opina sobre estos asuntos.  
  • Explícale que las amistades en la adolescencia pueden cambiar y hazles ver la importancia de escoger aquellos que no actúen de forma violenta o perjudicial para los demás.  
  • Llega a un acuerdo para saber cuándo y a qué hora puedes llamarlo y limítate a esperar a que regrese sin ser impaciente.  
  • No pongas televisores, consolas o dispositivos en su habitación. 
  • Fomenta las reuniones familiares, aunque sea ya mayor. Esto os ayudará a seguir reforzando el vínculo y generar un canal de comunicación bidireccional seguro.  
  • Tips para hablar con adolescentes 
  • Escucha sin interrumpir y sin que des tu opinión. A veces, simplemente quieren compartir contigo algo y con esto solo consigues que se cierren. 
  • Mira a tu hijo o hija cuando hable y deje lo que esté haciendo cuando lo haga, ya que de lo contrario no sentirá que les estés prestando atención. 
  • Practica la asertividad y cuida tu tono. Trata siempre de medir tus palabras antes de decirlas y especialmente, el tono empleado ya que en muchas ocasiones sin quererlo lanzamos ataques que ya generan tensiones innecesarias. 
  • Preocúpate y haz preguntas que estimulen el diálogo. ¿Le ha gustado a la profesora el trabajo que has hecho? ¿Cómo ha ido el día hoy? Podrían ser unos buenos recursos para empezar a conversación. 
  • Haz que tu hijo o hija te vea como su amiga y no como su enemiga. Está bien marcarle límites para que no se convierta en un niño malcriado, pero también sé flexible y hazles ver que pueden contar contigo para cuando tengan un problema. 
  • No invalide sus emociones y déjale que muestre todas y cada una de ellas. Después dale un mensaje que le calme u otro punto de vista que no había tenido en cuenta. 

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