Tal y como informa Pilar Eyre, «fue crucial para las relaciones familiares: padre e hijo enfrentados, con Letizia y Sofía el emérito ni siquiera habló, no vio a la nieta y el viaje de vuelta a Abu Dabi lo hizo en unas condiciones anímicas terribles». Las palabras del rey Juan Carlos hacía su familia no son buenas y, como también comentaba la periodista, “ha estado filtrando estos dos años de exilio a través de amigos, en los que el hijo y la nuera quedan como los malos de la película”.
A todo esto se añade que Felipe VI había mostrado el distanciamiento con su padre debido a los comentarios que este había hecho sobre Letizia. El rey Juan Carlos culpaba directamente de esta situación a su nuera. Bien es cierto que la relación entre ambos nunca fue buena ya que Letizia siempre ha mantenido una posición muy dura ante los escándalos.
Felipe VI aparecía decepcionado ya que cuando Juan Carlos estaba en Sanxenxo, se mostró arrogante cuando le preguntaron si tenía que pedir perdón. «Esa risotada y ese ‘¿disculpas de qué?’ molestaron a su hijo, que hace tiempo tiene la esperanza de que el padre reconozca sus errores y pida perdón públicamente», relataba Pilar Eyre.
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