Según el secretario General de FEC, Ignacio Fernández, en torno a un 50-55% de la población española presenta este problema, algo que se puede agravar si no ponemos remedio a tiempo. No es ninguna tontería. El colesterol alto puede acabar obstruyendo los vasos sanguíneos y alterar el sistema circulatorio.
A este grupo pertenecen todos aquellos productos que guardan altas concentraciones de azúcar y de grasas saturadas, las cuales afectan al funcionamiento del sistema. Bollería industrial, productos ultraprocesados y muy azucarados son los que se incluirían bajo esta etiqueta. No hay que olvidar que un alto porcentaje de azúcar en sangre puede ocasionar que el colesterol, o lo que es lo mismo, el colesterol malo sea mucho más violento.
Según el Instituto Médico de Obesidad Mórbida (IMEO) la bollería industrial presenta mucho azúcar lo que puede generar que el aumento del colesterol sea más notorio si cabe. Los productos ultraprocesados tampoco se quedan atrás y es que generan una adicción que nos lleva a comerlos de forma compulsiva y que contribuyen a aumentar los niveles del colesterol malo.
Otro de los alimentos que deberás a empezar en tu lista de la compra son los lactéos, concretamente, los que llevan lechen entera, ya que presenta una gran dosis de grasas saturadas. En su lugar, puedes utilizar leche desnatada. Algo que también se puede aplicar al resto de lácteos, como yogures, natas, quesos y mantequillas, que normalmente suelen estar elaboradas con leches enteras. Para tener una vida saludable sería recomendable que empezases a usar productos desnatados.
Algo similar sucede con los quesos. Aquellos que son más curados (Gouda, parmesano, brie) son los que tienen más posibilidades de subir los niveles del colesterol malo. En su lugar, puedes utilizar el requesón, la mozzarella o el queso feta.
Aunque te cueste, las carnes rojas cuentan con altas grasas saturadas y nada saludables para tu organismo. Los expertos en salud recomiendan sustituirlas por carnes blancas sin piel, como podrían ser el pavo, el pollo o el conejo. Además, escoger los cortes magros, es decir, aquellos que cuentan con poca cantidad de grasas. Entre esos cortes magros los más recomendados son: lomo, solomillo, falda, filete, bistec y culata.
Otro grupo de alimentos que van a pasar a forma parte de la lista negra. A este grupo pertenecen el salchichón, el chorizo, la mortadela, la morcilla y el fuet. Este tipo de productos presentan un alto nivel de grasas y sal. Muchos lo consumen en su dieta en su día a día y no resultan nada saludables.
Los callos, los hígados, los riñones o los entresijos son ricos en vitaminas A, D y B12. Sin embargo, presentan mucho colesterol y gran cantidad de grasas saturadas, lo que les convierte en grandes enemigos para el colesterol.
No todos presentan el mismo nivel colesterol. Lo recomendable es evitar la sepia, las gambas, los langostinos, bogavantes, cigalas, cangrejos, calamares… O al menos que su uso no sea recurrente.