5 tips básicos para recuperar tu piel después del verano

Regenerar e hidratar tu piel después del verano es imprecindible

Teresa Moreno

El verano es la época favorita para muchos de nosotros porque los días son más largos, hacemos más planes y disfrutamos más de los nuestros. Sin embargo, los rayos solares, el cloro y el salitre del mar dañan muy seriamente tu piel. Sus consecuencias si no ponemos remedio rápidamente pueden afectar negativamente a tu salud. 

Recuperar la piel dañada durante los meses que hemos estado más expuestos a los factores externos no es una tarea fácil. Por eso, lo primero que tienes que hacer es hacerte alguna autoexploración y poner especial atención a la posible aparición de manchas, bultos o lunares, incluso dentro de estos últimos ver si alguna ha modificado su forma o tamaño. 

Si está todo correctamente, la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV) recomienda hacer un cuidado más intenso de la piel para recuperar los tejidos, que se han dañado por la exposición al sol y la sequedad del ambiente.  

 

Ahora llega el momento de la verdad: saber qué tienes que aplicar en tu rutina del día a día para poder recuperar tu piel después del verano. Para ello, desde Cadena Dial te dejamos algunos consejos que te ayudarán a despejar tus dudas y a recuperar tu piel.

Protección solar diaria 

Existe la falsa teoría de que los protectores solares son de uso exclusivo solo para verano, pero realmente es indispensable utilizarlo en todas las estaciones del año para evitar alterar la salud de nuestra piel.

Es recomendable además aplicar la crema cada cuatro horas para que no se pierda el efecto. En lo que respeta a los productos solares existen muchos con un alto porcentaje de protección, como son los SPF 50+ que te protegerán de las radiaciones UVA Y UVB. Aunque el mínimo de protección está establecido en 15, la realidad es que todos cuentan con los filtros necesarios para proteger tu piel. Por lo que si todavía no aplicabas este método empieza a incluirle de forma urgente en tu rutina facial.

Limpieza profunda de la piel 

Cuidar tu piel especialmente la de tu rostro es muy importante. Otro indispensable que no puede faltar en tu día a día es la limpieza con leches y geles, que eliminan todas las partículas dañinas de golpe. Lo más normal es que estas no te resequen la piel o te la engrasen. Si esto sucede tendrás que cambiar el producto y probar con otro porque normalmente suelen mantener la fisiología de tu piel.  

Si a estos productos finalmente le añades un tónico, ya sea a modo pulverizador o con ayuda de algún disco, notarás como tus poros se abren y la piel queda completamente limpia. En el caso del cuerpo, trata de utilizar geles lo más naturales posibles o que la menos, tengan urea. Estos te aportarán la hidratación que necesitas y verás como, poco a poco, su aspecto empieza a cambiar y luce mucho más brillosa y cuidada. 

Hidratación 

Aplicar una dosis más intensa de hidratación es fundamental para ir recuperando poco tu piel. Para ello, lo imprescindible será utilizar productos cosméticos con mucha hidratación hasta en dos ocasiones al día. Recuerda que no todos los hidratantes valen para todas las pieles, cada uno cuenta con su dosis necesaria. Así que, antes de comprarte un determinado producto o echártelo cerciorarte que es el correcto para ti.  

Para el cuerpo sucede lo mismo. Aplica una buena crema hidratante que poco a poco ayude a regenerar tu piel y a combatir tu sequedad.  

La exfoliación 

La exfoliación es todo un básico que tampoco puede faltar. Sabemos que muchas de vosotras esto es algo que hacéis muy esporádicamente, pero los dermatólogos recomiendan hacer exfoliaciones semanales o al menos, varias veces al mes para eliminar todas las células muertas y aportar mayor luminosidad a la piel.

Sin embargo, como las cremas hidratantes, los exfoliantes no son aptos para todas las partes del cuerpo. Hay algunos que son más adecuados para unas zonas que para otras.  Así que, asegúrate que los más suaves son para aquellas zonas más sensibles,  como el escote, los brazos y el cuello, que son zonas más sensibles y aquellos más fuertes para el resto del cuerpo.

El método de aplicación es un gran dilema, ya que algunos expertos no se ponen de acuerdo en ello, pero, por lo general, lo más habitual es empezar a aplicarlo por los pies. Después, ir subiendo por el resto del cuerpo con pequeños movimientos circulares en sentido ascendente para activar la circulación.  

Tratamientos en cabina 

La vuelta a la rutina supone despedirse del verano y sí, hacerte algún tratamiento extra que ayude a recuperar tu piel con mayor rapidez. Muchos están especializados en eliminar manchas o en combatir el envejecimiento, algo que se acelera con la constante exposición al sol, pero tú deberás elegir qué necesitas con mayor inmediatez.

Para ello, la mejor opción es que hables con un especialista para que te recomiende el tratamiento adecuado para tu piel. A veces, no se necesitan grandes cosas para cuidarnos, solo tener un poco de ganas y un buen asesoramiento para que sepas qué es lo que más te conviene en cada momento.