Si todavía no los has probado, te dejamos aquí aquellos que resultan imprescindibles y que más usarás de ahora en adelante, ya que esos cambios de temperatura que vivimos al pasar de los espacios cerrados a la calle nos acaban pasando factura. Aunque eso sí, antes de consumirlos es importante que lo consultes previamente con tu médico.
La vitamina D es indispensable si quieres mantener un sistema inmunitario fuerte. No tenerla supone ser más vulnerable a contraer virus, alergias, resfriados… Además, este tipo de suplementos son perfectos para la dosis de sol que, durante los meses de otoño e invierno, no consumimos.
¿Tienes problemas de circulación? El Omega 3 es el suplemento perfecto para acabar con este problema. Durante los meses de otoño e invierno estamos más expuestos al frío y al viento, que podrían condicionar el correcto funcionamiento de la sangre en nuestro organismo.
Se trata de otro suplemento básico que ayuda a tener todos tus tejidos celulares a rajatabla. Aunque su principal objetivo es fortalecer al sistema inmunitario. Por lo que será el aliado perfecto si este año quieres evitar el resfriado o sobrellevarlo si lo pillas.
Perfecta para consumir a cualquier edad y en cualquier momento. ¿Qué aporta la jalea real? Vitalidad, refuerza el sistema inmunitario y mejora tu estado de ánimo. A su vez, presenta un potente depurativo que podría ayudarte a respirar mejor si estás con mucha congestión.
Otra de las vitaminas que no pueden faltar en tu neceser es la B2, aunque todas con complejo B ofrecen multitud de beneficios, entre los que por supuesto se encuentra el de reforzar tus defensas para que estás estén fuertes. Pero la B2 se utiliza especialmente para los meses más fríos, además ayuda a mejorar tu estado de ánimo y reducen la fatiga y el cansancio.
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