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5 hábitos que tienes que aplicar para construir una relación de pareja estable

Las relaciones de pareja perfectas no existen ni han existido nunca pero la tuya puede ser salubable

Redacción Cadena Dial

Los modelos de pareja que observamos a nuestro alrededor, en cualquier formato, influyen
en cómo configuramos, aceptamos y reconocemos cada factor de una relación.

El reflejo erróneo de algunas actitudes y acciones como muestras normales de amor en
determinadas series juveniles o películas puede derivar, en este sentido, en conductas
negativas. Si no quieres caer en ellas, sigue leyendo y descubre 5 hábitos esenciales para
construir una relación de pareja sana.

Las relaciones de pareja perfectas no existen ni han existido nunca porque… ¡sorpresa!: todo lo que incluya intentar alcanzar la perfección es desajustado e irreal y siempre estará un escalón por encima de nuestra existencia.

Sin embargo, la influencia de los arquetipos sociales que observamos desde que nacemos así como en nuestras primeras etapas de vida, nos invita a interiorizar modelos a seguir ficticios y, en su mayoría, utópicos.

Esto se debe a que, durante la infancia, aprendemos cómo funciona el mundo en función de lo que vemos y vivimos teniendo mucho que ver en ello el entorno del que nos rodeamos. En este sentido, en el desarrollo de las relaciones tóxicas entran en juego muchos factores como la autoestima, la confianza, la inseguridad, el miedo al abandono o a la infidelidad, pero también el modelo de pareja alrededor del que crecemos.

Todos los mensajes que recibimos a lo largo de nuestra vida, ya provengan de personas desconocidas, cercanas, series o películas, nos influyen a la hora de normalizar conductas negativas que nos pueden llevar a confundir el cariño con la falta de límites o de respeto, la protección con el control, el perdón con la justificación y el amor con la dependencia.

Cuando vemos, por ejemplo, que en las relaciones de pareja cercanas – principalmente en las de nuestra familia -, se justifican e interpretan erróneamente algunas muestras de amor, es probable que aprendamos que estas son normales y acabemos replicándolas en nuestras propias relaciones futuras.

De la misma manera, muchas películas y series juveniles, reflejan algunas actitudes y acciones como muestras normales de amor, como la desconfianza y el control; lo cual afecta exponencialmente a cómo configuramos el amor y el cariño en nuestra vida diaria desvinculándonos de la idea real de relación sana.

La realidad, sin embargo, es otra. Las relaciones de pareja constan de un largo proceso de aprendizaje que pasa por muchas etapas entre las que se dan dificultades pero también momentos de calma.

Una relación saludable, al contrario de lo que estos modelos suelen inculcarnos, es aquella en la que prima el respeto entre los integrantes de la relación. En este tipo de relaciones, se tienen en cuenta los sentimientos, deseos y necesidades de la otra persona y, aunque pueden darse situaciones de conflicto, prima el deseo de cuidado y respeto.

Las personas, de hecho, integramos nuestra forma de ser en nuestras relaciones y, de la misma manera que cometemos errores en otros ámbitos de nuestro día a día y aprendemos de ellos, también lo hacemos progresivamente en la convivencia hasta aprender a funcionar en pareja. En este sentido, todos tenemos formas de pensar, actuar y hablar únicas que, en el transcurso de una relación, suelen derivar en situaciones de conflicto porque precisamente esta manera individual de funcionar es en numerosas ocasiones contraria o diferente a la de nuestra pareja.

Construye un modelo de pareja sana

Pero es este punto donde aflora nuestro esquema relacional, diferenciando las dinámicas sanas de las tóxicas y, en función de cómo aceptamos y abordamos estas diferencias y conflictos, conseguimos o no adaptar nuestra forma de actuar para mantener una relación sana.

Por ello, es importante tener en cuenta que, aunque hayamos crecido rodeados de modelos de pareja poco sanos, si conseguimos tener un espíritu crítico sobre lo que consideramos afecto, amor y cariño, y aprendemos a conocernos a nivel individual y a trabajar nuestros puntos fuertes y débiles para generar una buena autoestima, no tenemos por qué entrar en relaciones tóxicas o dañinas.

¿Existe, por tanto, alguna fórmula mágica para mantener una relación feliz y libre de conflictos
permanentemente?

La respuesta es no, pero, si quieres construir una relación de pareja lo más saludable posible, te dejamos a continuación las 5 claves a tener en cuenta elaboradas por la plataforma de psicología TherapyChat:

1. Identificar nuestro esquema relacional, con el objetivo de reconocer cuál es el prototipo de relación que hemos integrado. Analiza las relaciones a tu alrededor e intenta entender qué influencia han tenido sobre tu concepto de una relación sana. Muchas veces no somos conscientes que el entorno impacta la manera que tenemos de entender el mundo. Poder entender de dónde hemos aprendido distintas ideas o conductas puede ser una buena manera de empezar para poder cambiarlas.

2. Hacer un trabajo personal de auto observación respecto a nuestras relaciones pasadas y cómo hemos actuado individualmente en ellas, identificando miedos e inseguridades. Intenta también, reconocer patrones o conductas (tanto positivas como “negativas”) que sueles tener a la hora de relacionarte con los demás. Todo esto te ayudará a poder entender en qué áreas puedes mejorar, qué es lo que te ha gustado y lo que no de relaciones pasadas; y sobre todo qué es lo que te gustaría en relaciones futuras.

3. Trabajar en estos miedos e inseguridades con ayuda de un profesional para poder adoptar nuevas dinámicas de funcionamiento en nuestras relaciones presentes o futuras. El amor empieza por el propio. Desafortunadamente cuando empezamos una relación de pareja, nuestras
inseguridades y miedos también vienen con nosotros. Poder trabajar en nuestra autoestima,
capacidad para poner límites y la manera en la que nos comunicamos, permitirá construir relaciones más sanas.

4. Expresarse y comunicarse: es importante trabajar en la comunicación y en cómo expresamos nuestras necesidades y deseos a nuestra pareja. Ser capaces de transmitir lo que pensamos de una manera asertiva es fundamental para poder lograr que nuestras necesidades y sentimientos sean entendidos y recibidos de la mejor manera. Ojo, también es muy importante trabajar en nuestra capacidad para escuchar al otro. Mantener un clan que permita la libre expresión es fundamental en cualquier relación.

5. Trabajar en la empatía y la comprensión del otro: no solo debemos trabajar en nosotros mismos, sino también en entender a nuestra pareja recordando que entender no es sinónimo de justificar.

Recordar que la base de una relación es el respeto y el apoyo; que ambas personas de la relación se sientan escuchadas y tomadas en cuenta fomenta un vínculo sano.

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