La lectura es uno de los hábitos más placenteros que podemos hacer en nuestro tiempo de ocio. Leer nos lleva a lugares remotos donde vivir aventuras increíbles, nos permite conocer personajes muy diferentes a nosotros que nos hacen soñar o descubrir misteriosas historias que jamás habríamos imaginado. Sin embargo, con el paso de los años podemos ir notando como la vista no es la que era y empezar a tener dificultades al leer. A partir de los 40 años podemos empezar a tener presbicia, es decir vista cansada que no es otra cosa que vemos mal de cerca por el envejecimiento del cristalino.
-La vista puede sufrir si las condiciones en las que leemos no son las más adecuadas. Según la clínica oftalmológica Baviera, si comenzamos a ver borroso o nos duele con cierta frecuencia la cabeza lo primero que debemos hacer es ir al médico para que nos examine. Podemos llevar a cambio pequeños gestos para cuidar nuestra salud visual.
-Descansa cada 20 minutos de lectura. La vista se cansa y los ojos necesitan reposo. Según Baviera hay una regla llamada del 20-20-20. Esto supone que cada 20 minutos de lectura debemos parar 20 segundos y mirar a lo lejos, unos 20 pies, es decir 6 metros. Así se relaja la vista y hacemos trabajar al músculo ocular mirando de lejos.
-Al leer un libro se nos secan los ojos. El motivo no es otro que parpadeamos menos cuando leemos. El ojo pierde su hidratación natural por lo que es importante dos cosas: parpadear y ponerse lágrima artificial si no tenemos suficiente. La sequedad ocular puede ser muy incómoda para la persona que la sufre.
-La luz es fundamental cuando estamos leyendo. Lo ideal es tener luz natural, pero es cierto que muchas veces es imposible. Si dejamos la lectura para el rato antes de dormir lo mejor es que la luz artificial utilizada “no impacte directamente en nuestros ojos sino en el libro y evitar las sombras». Si utilizamos libros electrónicos hay que tener cuidado también con la luz y ajustar la que proyectan estos dispositivos.
–La postura y distancia adecuada. No debemos acercar el libro o el dispositivo donde leamos. Estos deben estar a unos 40 centímetros de distancia. En cuanto a la postura los expertos aconsejan no leer tumbados. Lo mejor es que el libro esté colocado debajo del eje visual. “De esta manera la mirada se dirige hacia abajo, el párpado cubre gran parte de la superficie ocular evitando irritaciones en estructuras cómo la córnea”, según explican los oftanmólogos.
Intenta cuidar tus ojos siguiendo estos consejos y así podrás disfrutar de la lectura mucho tiempo más.
MÁS SOBRE:
© Sociedad Española de Radio Difusión, S.L.U.
© Sociedad Española de Radiodifusión realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin de conformidad con el artículo 67.3 del Real Decreto-ley 24/2021, de 2 de noviembre.