Las pestañas juegan un papel fundamental en la cara de una persona. Todo el mundo desea tenerlas densas y más largas, para dotar a su mirada de encanto y por consiguiente, que los ojos llamen más la atención.
La longitud ideal desde el punto de vista de la salud para nuestras pestañas es que sean un tercio de lo que mide el ojo, aproximadamente. Para mantenerlas fuertes y sanas hay muchos productos fortalecedores y remedios como el aceite de ricino.
Las pestañas no necesitan grandes cuidados, y como matiza el doctor Alejandro Martín-Gorgojo, dermatólogo de la Clínica Dermatológica Internacional: «aparte de llevar unos hábitos de vida saludables y una higiene facial adecuada».
Como cualquier pelo de nuestro cuerpo, tienen un ciclo de vida, y al llegar el final de este, se caen. Sin embargo, existen enfermedades que pueden acelerar la caída de esta parte del ojo.
La máscara de pestañas es la forma más eficiente y fácil de estilizarlas, curvándolas y aportándoles mayor densidad. Maquillarlas a diario no tiene efectos negativos, siempre que se retire tras el cosmético. «hay que usar máscaras de calidad, y deberían ser hipoalergénicas, igual que el desmaquillante, porque estos productos tocan las mucosas», como revela Natalia Ribé, especialista en medicina estética y directora médica del Institut Dra. De esta manera deja claro que es una zona muy susceptible a sufrir irritaciones si no se usa un maquillaje de calidad.
Hay que adquirir como hábito que antes de dormir hay que desmaquillarse el rostro. Sobre todo, es importante elegir un producto específico para los ojos, y todavía será más efectivo que sea hipoalergénico. Según la doctora Pilar Lacosta, experta en medicina estética: «no retirarse la máscara de pestañas antes de acostarse puede ser una imprudencia para las pestañas; pueden romperse e incluso afectar su ciclo vital».
Se han puesto de moda las pestañas largas. Esto ha provocado que haya un boom en los centros de belleza para realizarse diversos tratamientos como extensiones, permanentes, liftings… Todos ellos pueden ser seguros si se acude a un centro profesional. «para evitar problemas a posteriori como infecciones, hongos, etc., ya que estamos hablando de una zona que toca a la mucosa del ojo, y por tanto el producto que se utilice, a la vez que la profesionalidad del terapeuta, serán cruciales. Aun así, con el fin de que la pestaña siga su curso de crecimiento natural, es necesario dejar periodos de descanso entre tratamientos (unos 6 meses aproximadamente)», aconseja Ribé.
La vida media de las pestañas es de cinco meses, y para que perduren de manera correcta, hay que cuidarlas siguiendo un estilo de vida saludable. Evita el estrés, pues influye en la caída de pelo. También debes cuidar tu alimentación con «alimentos ricos en queratina como pescado, pollo, huevos, arroz integral y legumbres», recomienda Lacosta.
Un buen aliado para las pestañas es el rizador. Existen muchas dudas con esta herramienta, que la doctora Natalia Ribé aclara: «lo importante es su calidad, y usarlo siempre antes de maquillar la pestaña y no después». Además, conviene que la almohadilla esté en óptimas condiciones, y sin presionar demasiado tiempo esta parte de nuestro ojo.
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