A estas alturas seguramente ya hayas sabido detectar a través de las redes sociales todas las «red flags« por las que podrías salir huyendo o marcar distancia con una persona y la realidad es que sí, tenemos que estar alerta para poder identificar cualquier tipo de vínculo tóxico.
Sin embargo, no todo atenta contra tu salud mental como crees y eso también es súper importante saber detectarlo. ¿Cómo? A través de los «Green Flags», que hacen referencia a las actitudes de una relación sana. Gracias a ellas podrás conocer sí ese vínculo que estás forjando merece la pena, ya sea una simple amistad o algo más.
Por obvio que resulte el hecho de que exista interés y ganas demuestra que se preocupa por ti y que tiene ganas de saber lo que sucede en tu vida, aunque por determinadas circunstancias no puedas ver a esa persona todo lo que te gustaría.
Algo a lo que hay que añadir el respeto, algo que no solo se limita a la forma de hablar sino a lo que preguntas, a cómo te relacionas, a los códigos que quieres establecer en esa relación… Es decir, si escucha y tiene en cuenta tu opinión, si respeta tu espacio y tus necesidades, si acepta como eres y no quiere cambiarlo a toda costa…
Claves sobre las relaciones afectivas sanas
Teniendo claro estos puntos, vamos a recoger algunas «Green Flags» generales que ya tenemos interiorizadas pero que no está de más recordar:
Da espacio y tiempo a esa persona. El hecho de que no te cuente su vida desde el primer día no es una señal por la que tengas que desconfiar. Simplemente, que necesita gestionar su proceso para poder abrirse y mostrar esa vulnerabilidad, que a veces tanto nos atemoriza. No presiones y respeta los tiempos de cada uno.
Opiniones dispares. Es normal que no coincidáis en todo y que en más de una ocasión, te lleve la contraria. Es importante que cada uno tenga una opinión propia y esta puede coincidir a veces y otras no. Así que, huye de la gente que te diga a todo “sí”.
¡Olvídate de las expectativas! Hablar y comunicarte sobre lo que buscas, necesitas o quieres en una relación, sea cual sea, es tener claro cuáles son los límites que quieres poner. Por lo que son necesarios para empezar a construir los pilares de vuestro vínculo.
Normalizar no contestar a tiempo los mensajes y/o llamadas. ¡No te agobies y no presiones a esa persona! Si escribes a tu amigo o pareja y esta no te contesta inmediatamente o te ha dejado en visto, significará que tiene otras cosas que hacer en ese momento más prioritarias. No pretendas que esa persona esté disponible para ti todas las horas del día. Hay que dar y respetar los espacios de las personas para poder fojar relaciones sanas y de calidad.
Hablar del pasado es liberador y necesario. Si conoces a una persona y esta habla de otro tipo de relaciones afectuosas, encuentros, anécdotas, actos sexuales o incluso, planes, simplemente te está transmitiendo las cosas que le gustan, que le disgustan, lo que busca… Hay que entender que todo el mundo tiene su historia, incluso tú, y que no puedes ser la única persona que le atraiga sexualmente en toda su vida y, por supuesto, entender que ha sido una pieza clave en su vida. Hablar de otras personas que ya no están es lo más normal del mundo. Lo contrario será siempre sinónimo de toxicidad.
Reconoce sus errores y pide disculpas. Algo tan simple como dos palabras “Lo siento” parece que nos cuesta mucho pronunciarlas. Pero realmente hablando y expresando cómo te sientes lograrás llegar a un punto de entendimiento con la otra persona. Es ahí donde vendrá la aceptación en sí de lo sucedido, la disculpa por el dolor ocasionado y el aprendizaje por haberlo interiorizado y no volver a hacerlo más. Esto ayudará seguir reforzando ese vínculo de forma sana.
Individualidad. Tiene más personas en su vida y tú no eres la única. No renuncies nunca a tu vida social ni siquiera teniendo pareja porque siempre necesitarás ese espacio para disfrutar junto a otras personas de su entorno e incluso, pasar tiempo con ella misma. Eso no significa que nunca le incluyas en planes, sino que encuentres una línea en la que te sientas orgullosa de esa persona y la des el espacio que se merece, pero que, a la vez, respete que necesitas compartir tiempo contigo misma y con los tuyos.
La sinceridad es otra de las claves en este punto. Si te hace algún cumplido, te propone hacer determinados planes o simplemente, comparte su tiempo contigo, significará que estará siendo honesto/a y realista y que tiene ganas de que sigas formando parte de su vida.
«Green Flags» para valorar las actitudes positivas y sanas con los demás
Además, de las mencionadas la psicóloga Elisabeth Clapés, muy activa en redes sociales, recuerda la importancia de fijarnos más en las cosas buenas que en las malas, algo que no solemos hacer. Clapés también recuerda algunas «Green Flags» que ayudan a ver el tipo de relación que estamos teniendo con los demás y sí de alguna manera te invita a pensar que hay algo que quieras cambiar:
Que hable con respeto y admiración de las personas de su entorno.
Que exprese siempre cómo se siente.
Que no tenga miedo a equivocarse y a reconocerlo cuando lo haya hecho y se responsabilice de eso.
Que salude a tu mascota y que la respete.
Que se alegre de tus metas como si fueran suyas.
Que te acompañe a ver a los tuyos.
Que no incurra en los mismos errores por los que pidió disculpas.
Que sea amable y agradecido con la gente que trabaja de cara al público.
Que ponga interés en tus gustos aunque no coincidan exactamente con los tuyos
Que está ahí contigo cuando las cosas no van todo lo bien que te gustaría.
Que te diga “tengo ganas de verte” o “me he acordado de ti porque…”
Que se muestre comprensivo y te hable con cariño y asertividad incluso en momentos de mayor tensión.
Los «Green Flags» son más importantes de lo que crees. Por lo que recordarlos y pensar si podríamos hacer un poquito más de lo que hacemos en nuestro día a día por nuestras relaciones nos ayudará a reforzar y consolidar el vínculo con los demás.