¿Sabías qué…
Al estar estresado, nuestro cuerpo incrementa la producción de una hormona llamada cortisol. Este estrés crónico junto con los niveles altos de cortisol que provoca se ha demostrado que están asociados con el aumento del apetito y de peso.
Si te aprendiste al dedillo aquellas posiciones sexuales tan estrambóticas, no te será difícil memorizar las que te proponemos. Quizá no te gusten tanto, pero sentirás otro tipo de placer al comprobar que funcionan. No es obligatorio poseer la resistencia de Garbiñe Muguruza ni la fuerza de Lidia Valentín. Estas prácticas no son exclusivas de atletas de alto nivel de cuyos cuellos cuelgan las medallas más ansiadas.
Trabaja para alcanzar un vientre plano con estos cinco ejercicios:
Siéntate en la cama o en el sofá. Mantén la espalda recta y eleva las piernas. En ese ángulo de noventa grados has de permanecer unos cinco minutos. Duele, sí, y al principio te costará horrores. La espera se te hará más larga que un día sin pan, pero el esfuerzo merecerá la pena. Lo prometemos. Pasito a paso.
Recuéstate sobre tu tripa con las piernas estiradas y eleva el tronco apoyando las manos en el suelo. Permanece en esta posición durante un minuto y medio. El ejercicio consiste en repetir esta acción de manera constante, respirando con calma cuando inicias la marcha. Ah, y los dedos de tus pies tienen que tocar el suelo.
Acuéstate boca arriba, con el cuerpo completamente estirado. Flexiona las piernas lentamente hasta llegar a la altura del pecho. Puedes ayudarte de las manos para que tus rodillas no terminen mirando a Cuenca. Respira y no cambies de posición hasta dentro de 90 segundos. Vuelve al inicio, descansa unos 15 segundos y repite cinco veces.
Los entendidos aseguran que este es el ejercicio más sencillo y cuenta con una elevada tasa de efectividad. Pues bien, colócate boca abajo, con las palmas de las manos apoyadas en la tarima. Elévate apoyando la punta de los pies y las manos y forma con tu cuerpo una línea recta. Se trata de permanecer así cinco minutos. Respira al ritmo adecuado y triunfarás.
Sitúate boca abajo. Después, flexiona las rodillas y conduce tus brazos hacia atrás en busca de tus tobillos. Agárralos y espera al menos unos 15 segundos. Si doblas el tiempo, mejor que mejor. Relájate un momento y vuelve a la carga. Así, hasta cinco veces, y eliminarás grasa abdominal…¡eso sí que es una buena noticia!
Si la pereza llama a tu puerta y consigues darle un portazo, no solo lograrás moldear tu figura y adelgazar tu cintura. Y es que, el yoga sacará tu lado más desafiante. Tu motivación se colocará a la altura de las nubes y podrás luchar contra cualquier contratiempo en tu vida. Estos ejercicios absorben la desidia, dando paso a una actitud guerrera, tenaz y perseverante.
A la fortaleza, la resistencia, la flexibilidad, la energía y la pérdida de peso se unen los beneficios mentales. Practicar esta filosofía contribuye a mejorar tu concentración, pero también a elevar tu autoestima y a sentir paz con todo lo que haces. Gracias a la estabilidad emocional afrontarás la existencia de una manera más positiva y obtendrás más sabiduría y descanso.
Ahora que has descubierto todas las bondades del yoga, ¿te atreves a ejercitar estas posturas para tener una cintura de película?
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