«Oye, ¡apunta hay rapidito!», inicia Isidro la llamada a bocajarro… «¿Eh? Yo no apunto nada… «, responde un hombre al otro lado del teléfono. «¡Apuntaloooo!», insiste Isidro… «¿Qué voy a apuntar yo? Que yo no quiero saber nada de eso», le devuelve el interlocutor.
Nuestro humorista no se amedrenta y continua su interrogatorio: «… ¿vais a querer desayuno? ¿Vais a comer?». El hombre, anonadado, responde lo que puede: «… No, yo como aquí en mi casa».
Pero Montalvo no desfallece. «Y otra cosa, ¿vais a querer motos de agua?». El hombre, ya mosqueado, contesta: «¿Que es eso? ¿Para que quiero yo hablar más?», intenta finalizar la llamada. «Tendremos que hablar del viaje…!», vuelve a la carga Montalvo. «¿Pero qué viaje…?», responde el hombre que termina colgando tras un «… yo ya no quiero hablar mas».
Isidro intenta una segunda llamada. Comienza presentándose: «… estamos aquí con el tema del viaje a Benidorm». La persona al otro lado del teléfono se extraña. «¿Qué viaje?… ¡Qué yo no me llamo Paco!», le responde muy divertido por la supuesta confusión.
Pero la cosa no se queda aquí… «¿Vas a querer baile?», pregunta Isidro esperando alguna respuesta. «Pero… ¿quién es Paco? ¡Qué se ha equivocado de teléfono!», intenta aclarar el hombre al otro lado de la línea.
Montalvo, que poco a poco se muestra cada vez más cercano, le sugiere: «… que hay suecas…». El hombre, a carcajada limpia le responde: «¿Pero qué suecas? Que yo no voy a Benidorm«, le dice entre risas.
Nuestro humorista intenta llevar al hombre a su terreno: «… la gente va allí solo con bañadores pequeños que se ve todo», comenta mientras se escucha una sonora risa al otro lado.
Para terminar, Montalvo le presenta un panorama muy suculento: «… te dejo aquí apuntado: pensión completa, baile por la noche, cubatas los que quieras…». «¿Qué agencia de viajes es?», pregunta el hombre, a lo que Isidro, riendo le responde: «Viajes El Porrascazo». Riendo, muy divertido, reacciona: «… menudo porrascazo se van a llevar».
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