Y es que un vestido de novia no tiene por qué terminar su utilidad con la celebración. Hay formas de transformarlo para que lo puedas utilizar en tu da a día. Un proceso que tiene hasta un nombre: upcycling nupcial.
Algo que tiene además mucho que ver con el consumo responsable, dar una nueva vida a las prendas está más de moda que nunca y más si se trata de un vestido de novia. Pero, ¿cómo se puede dar una segunda vida a nuestro vestido de novia?. Te damos algunas opciones.
La primera es transformarlo en un vestido de fiesta, algo relativamente sencillo, ya que ambos estilos, novia y fiesta, tienen mucho en común, suelen ser largos y con telas y diseños especiales. Si encuentras una buena modista que haga algunos cambios en tu vestido de novia, tendrás un bonito vestido de noche. Algo que será mucho más fácil si tu vestido es ajustado y de corte sirena. Eso si, si te decantas por esta opción tíñelo, sólo la novia puede ir de blanco.
Otra opción bastante sencilla es usar el vestido por partes, esto es hacerte un top con el cuerpo y una falda o vestido con la tela de la falda. Y si tu vestido es muy sencillo, será relativamente fácil convertirlo en un vestido para salir las noches de verano, bastará con cortarle la cola y lucirlo con unas zapatillas de esparto.
También tienes la opción de reutilizar la tela, dependiendo del tipo de tela, puedes confeccionar otras prendas de vestir, pero también otros detalles como ropa para el hogar como cortinas o colchas.
Otras opciones son venderlo o donarlo a alguien que lo necesites, qué mejor forma de darle una segunda vida. Por ejemplo la firma Pronovias se ha unido a Brides do Good, una entidad sin ánimo de lucro con sede en Londres, para tratar de dar a los vestidos nupciales una segunda vida.
Con los vestidos donados a Pronovias, la marca los entregará a la ONG y los ingresos obtenidos por su venta se destinarán a programas sociales internacionales para ayudar a mujeres y niñas vulnerables y garantizar su educación.