Si bien esto no afectaba al desarrollo de las vacunas, sí que obligaba a los diferentes países a tomar medidas, pues podría hacer crecer de manera desmesurada los contagios y protagonizar una tercera ola de lo más preocupante.
Apenas unas semanas después, el ministro de Sanidad británico, Matt Hancock, ha alertado de una nueva variante, esta vez de origen sudafricana, y cuya preocupación es aún mayor, pues ha hecho dudar a los expertos de la eficacia de las vacunas con ella.
«Altamente preocupante«. Así ha calificado Hancock a esta nueva variante de la Covid-19 que, si bien presenta cambios respecto a la cepa original del virus, estos pueden tener consecuencias más graves que la variante británica descubierta hace apenas unas semanas. Tal y como apuntó el profesor de microbiología Simon Clarke, «la acumulación de más mutaciones en la variante de Sudáfrica podría llevar a algún escape de la respuesta inmunitaria«.
Lo más importante a tener en cuenta, y es algo que debe tranquilizarnos, es que ni se ha demostrado ni se espera por parte de los expertos que esta mutación sea tan grande como para invalidar la protección de las vacunas, ni que vaya a afectar a aquellos que ya se hayan inmunizado con las dosis.
Lo que preocupa es el hecho de que, a diferencia de la variante británica, esta modifica la proteína espícula llamada E484K. La mutación de esta proteína «ha mostrado reducir la respuesta de anticuerpos«, expresaba el científico Francois Balloux. «Esto ayuda al virus a esquivar la respuesta inmunitaria proporcionada por una infección anterior o por una vacuna«, añade el mismo.
Está claro que la llegada de las vacunas no ha supuesto el fin de las investigaciones sobre el coronavirus. De hecho, estas se encuentran en auge. Aún se desconocen muchos aspectos del mismo y es necesario estudiar su comportamiento para saber cómo reaccionar.