Y es que que se nos rompa una uña suele ser un engorro además de ocasionarnos molestias y dolor. Te damos cuatro soluciones para arreglártela de la mejor forma tú misma.
La primera solución, si no está demasiado rota es utilizar pegamento de uñas. Para ello lima la superficie, aplica una o dos capas de pegamento de uñas de secado rápido y termina aplicando una capa de esmalte transparente para reforzar la grieta.
Por el contrario, si está muy rota, utiliza tiras de papel de fibra de vidrio o seda y gel transparente. Límpiala bien y corta un trocito de seda autoadhesiva para uñas. Después, aplica el gel transparente sobre la parte rota y cuando se seque, lima la superficie y retira los excesos. Esmalta de nuevo con el gel transparente para que quede más fuerte, la protegerás hasta que crezca y puedas limarla bien.
El siguiente método es de lo más curioso, consiste en usar una bolsita de té . Para ello corta un trocito de una bolsita de té lo suficientemente grande para que cubra toda la superficie de la uña, aplica una gotita de pegamento sobre la que esté rota. Después coloca el trozo de bolsita y dale forma, aplica pegamento de nuevo y deja secar y por último lima e iguálala. Repasa cada dos o tres días aplicando una capa de pegamento sobre el trozo de la bolsita de té.
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