El pequeño comercio es a veces un lugar habitual para los ladrones de lo ajeno. En ocasiones, estos establecimientos cuentan con cámaras de seguridad que les ayudan a captar a los sospechosos y que la policía pueda hacer su trabajo.
Y esto es precisamente lo que les pasó a los protagonistas de esta historia. Fueron víctimas de un atraco, pero no se quedaron de brazos cruzados. Utilizando el video de seguridad pudieron hornear galletas con el rostro del presunto delincuente, con la esperanza de dar con el ladrón. Un cebo de lo más azucarado…
Los propietarios de la pastelería «Lakeside Bakery», en lugar de imprimir carteles o panfletos, decidieron ponerse «con manos en la masa» y elaborar unas galletas, que además de ricas, servirían para identificar al delincuente.
Y los clientes, encantados con la idea y con el sabor de los dulces, pudieron colaborar para, no solo identificar al ladrón, sino conseguir que fuera arrestado.