Carol nos ha enviado la siguiente consulta a la redacción: «Llevo cinco años viviendo con mi pareja y tenemos una pequeña de cuatro años de ambos, pero nuestra relación pasó muchos sinsabores. Nos hemos hecho daño el uno al otro, pero seguimos insistiendo en estar juntos por todo lo que hemos logrado y porque nuestra pequeña… queremos que esté bien», consulta.
«Seguimos casi en las mismas, discutiendo y cada vez es más frecuente, hasta por tonterías. Yo me he planteado muchas veces alejarme, ya que creo que me está afectando más de lo normal. Pero tengo miedo a estar sola y no poder… Hablamos en su momento de buscar ayuda. ¿Qué me recomiendas, Susana?», finaliza con cierta angustia.
Espelleta confirma un hecho que parece claro tras la consulta de Carol: «Cuando una relación está tan dañada solo quedan dos cosas que hacer: luchar o dejarlo ir…», afirma la especialista.
En estas circunstancias, las discusiones de pareja se vuelve frecuentes, pero no ayudan en absoluto a no ser que se sepan reconducir. La clave será saber dirigirlas y entender si se basan en unas expectativas no cumplidas.
«Tienes que aprender a comunicar tus sentimientos y tus necesidades», indica Susana. Cuando comience una discusión, para y pide tiempo muerto, como en los partidos de baloncesto. Trata de respirar y busca controlar la situación. Cuando vayáis a saltar, revisa que prende esa llama de la discusión y busca una solución común.
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