Pero primero debemos conocer a Kathryn Andrews, una mujer de Utah, Estados Unidos, que tiene una habilidad magnifica con los postres y la gente.
La especialidad de Kathryn era un delicioso dulce de leche, que a sus 97 años de edad, elaboraba con frecuencia. Tras ser animada por sus propios hijos, la mujer quiso convertir la receta en todo un legado para sus seres queridos.
En un acto generoso, según describe su familia, ordenó grabar en su lápida la receta completa de su famoso postre. Ingredientes, cantidades, elaboraciones y hasta dibujos con instrucciones detalladas, para que así cualquiera pudiera emular su proeza.
Su hija, Janice Johnson, en declaraciones a la cadena americana Fox 13 News, aseguraba que todo ha sido un hermoso gesto de su madre para demostrar así lo mucho que «quería a la gente que la rodeaba».
En la tumba en cuestión ya descansaban los restos de su esposo, fallecido en el año 2000. Cuando la familia se planteó como decorar la lápida, la mujer pensó en un primer momento en buscar imágenes que conmemoraran la memoria de su difunto.
Sin embargo, sus propios hijos le inculcaron la idea de grabar algo que la representase a ella misma. Tras varias ideas, la mujer se decidió por la receta de su dulce de leche, postre habitual en las reuniones de la familia.
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