Montalvo iniciaba la llamada de una manera muy directa: «Oye que se está yendo el agua», comentaba. Al olerse la «tostada», la persona al otro lado del teléfono le respondía rápidamente «Oiga que se ha equivocado», afirmaba despreocupada.
Isidro continuaba cabreándose mientras avanzaba que habría problemas con la comunidad de vecinos si no se solucionaban las fugas de agua de las juntas de la piscina. La interlocutora, alucinada por la confusión se reía ante la situación, que desde luego era cómica.
«Te ríes porque te ha llamado tu cuñado esta mañana… Y encima te ríes», insistía un Montalvo muy enfadado. «Me río porque se ha equivocado», le respondía la mujer también molesta.
«Pero vamos a ver Lorenza, cariño», alegaba Isidro mostrando cierta empatía. «Déjese de cariño y de nada, que se ha equivocado», afirmaba rotunda la mujer antes de colgar
La urgencia que implica una fuga de agua en una piscina comunitaria ha sido la excusa perfecta para que Montalvo insista una y otra vez con la misma mujer. «Oye que se ha cortado… Pero si tu eres Maricarmen…», repetía Isidro mientras se escuchaba de fondo a la mujer comentar «… y ahora están bañándose y todo…».
«Resulta que se está yendo el agua y he hablado con Lorenzo el presidente de la comunidad y nada», proclamaba un Isidro agobiado. «Oiga, que aquí no es», decía la mujer antes de colgar.
En un nuevo intento, era un hombre el que cogía el teléfono, pero parecía que Isidro continuaba en las mismas… «No soy Antonio y te has vuelto a equivocar de número….», terminada repitiendo.
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