El vestido, los traslados, el enlace, el lugar donde se celebrará la ceremonia, el banquete, la fiesta… y sobre todo la lista de invitados que siempre cuenta con alguna baja de ultima hora. O todo lo contrario: a veces se cuela un invitado de más.
Y esto es exactamente lo que le sucedió a la pareja brasileña formada por Bruna Rizzo y a Paulo Henrique Camargo durante su boda: tuvieron un invitado inesperado de última hora. Y no era una persona…
El infiltrado en cuestión se trataba de un gato. Un felino de color negro que parece ser un habitual de la Iglesia Cristo Redentor de Vitória, en Espírito Santo (Brasil). Los feligreses de la parroquia ya conocían al gato, ya que incluso uno de los sacerdotes suele atender a varios en la zona, alimentándoles y permitiéndoles la entrada a la parroquia.
Al parecer el gato no es muy fan de las bodas, pues decidió interrumpir una para saltar sobre el vestido de la novia y se echó a dormir 🐈https://t.co/cmzFE8sEC2
— Debate (@ELDEBATE) May 15, 2021
El animal se sintió tan cómodo que decidió echarse una siesta en la cola del vestido de la novia. Una imagen divertida e inesperada que la pareja recordará con una sonrisa.
Los gatos negros son considerados una señal de mal presagio. El origen de esta superstición se remonta en los tiempo, asociando el gato negro al mismísimo satán. Por eso, cruzarse con un gato negro es considerado por algunos una señal de mala suerte.