Se conoce como superalimentos a aquellos que en el conjunto de sus nutrientes tienen múltiples propiedades beneficiosas para la salud, y el kiwi es uno de ellos. No hay nada mejor que tener una alimentación variada, y sobra decir que para fortalecer nuestra salud hay que combinar esta con otros aspectos como la actividad física o el cuidado del sueño.
No obstante, en lo que a alimentación se refiere el kiwi tiene tantos beneficios que algunos expertos recomiendan tomar uno al día. ¿Quieres saber cómo afecta a tu cuerpo la ingesta de una pieza diaria de esta fruta? Te contamos todos los beneficios que hay tras ella.
Es una de las ventajas a la que normalmente se asocia el kiwi. ¿Estás estreñido? Prueba a comerte un kiwi. Esto se debe a su gran cantidad de fibra, pero no es la única ventaja de esta fruta originaria de Oriente y que recibe este nombre debido a su gran parecido con el pájaro de este mismo nombre.
Su aportación calórica es mínima (54 calorías de media cada pieza), también su índice glucémico, lo que hace que su digestión sea lenta y nos ayude a no tener hambre con frecuencia y, de este modo, evitar picar entre horas. Es también un potente antioxidante y ayuda a quemar grasas.
Esta función antioxidante es la misma que evita que el ADN se dañe, lo que es fundamental en la prevención del cáncer. También evita otras enfermedades como las relacionadas con el corazón, pues controla los problemas de coagulación en la sangre.
Es una de las frutas más apropiadas para las personas diabéticas, dado ese bajo índice glucémico que evita cualquier subida del azúcar. Por si fuera poco, aporta energía y evita el riesgo de sufrir problemas relacionados con los huesos como osteoporosis o artritis.
Con la pandemia del coronavirus muchos han convertido al kiwi en un alimento esencial en su alimentación. La razón, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Esto no significa que comiendo kiwis vayas a evitar el contagio, pero con un sistema inmune fuerte tu organismo será más resistente frente a cualquier tipo de virus.
Solo una pieza de fruta y muchos beneficios. No solo por dentro, sino también por fuera. Este potente antioxidante evita la oxidación de las moléculas y su alta cantidad en vitamina E, encargada de proteger las células encargadas de producir el colágeno, hace que nuestra piel se vea más tersa, se proteja más frente a las quemaduras solares y retrasa la aparición de los signos de la edad.
Algunos estudios han asociado al consumo de esta fruta la prevención de la pérdida de visión gracias a dos de sus componentes, zeaxantina y luteína, las cuales evitan enfermedades como las cataratas.
¿Necesitas algún motivo más para incluirlo en tu dieta?