Acudimos al refrán que menciona Saray Esteso para introducir esta genial historia que se ha vivido en Paraguay: «Ladrón que roba a ladrón, tiene cien años de perdón»:
Se trata de Alan Quintana, un joven que llevaba días lamentando haberse quedado sin su bicicleta. El supuesto ladrón aprovechó que se fue al gimnasio y cerró mal la puerta para llevársela sin dejar rastro.
Como será el karma que, días después, él se encuentra un modelo idéntico en una página de compraventa y decide llegar hasta el final del asunto. Escribió al vendedor y le pidió quedar para confirmar que se tratara de su bici.
Efectivamente, mismo modelo con las mismas pegatinas y luces. En mitad de esa conversación, Alan pidió probarla para huir y «devolvérsela» al ladrón, ¡y lo consiguió! Al compartir su historia en redes, reconoció que no fue del todo noble aunque los usuarios aplaudieron su hazaña.
MÁS SOBRE:
© Sociedad Española de Radio Difusión, S.L.U.
© Sociedad Española de Radiodifusión realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin de conformidad con el artículo 67.3 del Real Decreto-ley 24/2021, de 2 de noviembre.