En busca de Gonzalo para tener todos los papeles en regla, el humorista no era capaz de entender que hablaba con Rufino, un atrevido que no tardará en desesperarse al no lograr explicarse durante la llamada.
«¿Pero yo qué hago contigo? ¿Te mato?», repetía el pobre hombre con un notable mosqueo. Ni con esas amenazas cambiaba de parecer Isidro Montalvo, que se ha metido entre ceja y ceja recuperar esas facturas.
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