Se trata de un hombre de avanzada edad que ha querido seguir haciendo feliz a su mujer, la cual se vio afectada por el coronavirus. Los peores días de la pandemia nos dejaron totalmente encerrados en casa, cerrándose también todo tipo de negocios, entre ellos las peluquerías.
Esta mujer ya no se encontraba capacitada físicamente para seguir cuidándose el pelo y hacerse los habituales rizos en su ‘look’. Unos tirabuzones que su marido sabe que adoraba y que trabajó para que los tuviera de vuelta cuando se mirase en el espejo.
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